IBAGUÉ. ¿Qué habría motivado a un joven a acabar con su existencia en la comuna Nueve de Ibagué? Esa es la pregunta que deberán resolver las autoridades que atendieron el caso.
Hecho. El martes sobre las 9:50 de la noche, el CAI de Mirolindo recibió una llamada en la que solicitaban la presencia de una patrulla en la manzana K del barrio Villa Prado, pues habían encontrado a una persona muerta al interior de una residencia, ubicada en inmediaciones de la Cárcel de Picaleña.
Por lo anterior, se desplazó el cuadrante 34 hasta dicha dirección, donde varias personas estaban afuera de la casa número Siete, unas lloraban y otras se preguntaban por qué sucedió esta tragedia.
Cuando los uniformados de la Policía Metropolitana de Ibagué indagaron qué había pasado, supieron que se trataba del caso de un joven que no quiso vivir más y le puso fin a su historia.
El fallecido fue identificado como Luis Eduardo Ramírez Mejía, de 24 años de edad y quien fue hallado sin signos vitales. Al ciudadano lo encontraron suspendido sobre una viga de su habitación.
Al sitio llegó la necromóvil de la Policía Metib y los investigadores se encargaron del levantamiento del cadáver que fue trasladado a Medicina Legal.