ESPINAL. La bebé de 17 meses de nacida llegó muerta al Hospital San Rafael de este municipio, luego de que al parecer estuvo bajo tratamiento de un curandero o tegua, como se le llama popularmente.
Una comisión de la Fiscalía se desplazó al referido centro asistencial a fin de verificar la muerte de la niña, quien fue llevada por la madre y otros familiares angustiados envuelta en cobijas.
La infante había sido ingresada el domingo con un cuadro de vómito y diarrea, siendo dada de alta después de la valoración médica, según explicó el doctor Arcesio Perdomo, gerente del hospital.
El funcionario indicó que el miércoles en la noche cuando fue llevada nuevamente, la menor tenía la faringe untada de excremento de vaca, lo que les pareció raro y causó sospechas, por lo que se llamó a la Fiscalía para que adelantaran el levantamiento y Medicina Legal practicara la autopsia.
Según el gerente del Hospital, la madre de la nena fallecida manifestó que la abuela había estado en el cementerio en un entierro y como después había alzado a su hijita, la niña quedó ‘yelada’. Entonces, como dice la creencia, la metieron en el vientre de una vaca para quitarle el ‘yelo’.
Perdomo explicó que la niña Adriana Patricia Sánchez Tique tenía los pulmones llenos de popó de res, por lo al parecer broncoaspiró y lamentablemente falleció después.
Los padres de la menor responden a los nombres de María Eugenia Tique Tique y Carlos Sánchez Vásquez, con domicilio en el barrio Saucedal de Espinal, ubicado cerca al peaje en la vía a Girardot.
El Gerente del Hospital San Rafael llamó la atención que fenómenos como este, inherente a la imaginación popular, terminen en tratamientos de teguas que además de costosos, resultan siendo lamentables.
La Fiscalía asumió la investigación y se espera los resultados de la necropsia para determinar la causa de la muerte de la infante.
