IBAGUÉ. Los directivos de la Corporación Festival Folclórico Colombiano por fin se pronunciaron frente al dilema que concierne el desarrollo de las fiestas tradicionales del Folclor, las cuales no tienen definido un operador logístico debido al improvisado proceso de licitación que montó la Alcaldía a un mes de iniciar la celebración.
Hechos. Aunque la entidad que por más de 10 años se ha encargado de administrar la fiesta del folclor en Ibagué tiene armada desde octubre de 2017 la logística para la ejecución de las actividades, no participó en la convocatoria pública debido a la falta de recursos que le habría dejado el ‘mal negocio’ del alumbrado navideño contratado con la Alcaldía en el que perdieron 400 millones de pesos. Sin embargo, la hoja de vida de la mayoría de los integrantes de la Junta Directiva de la Corporación aparece como parte del equipo de trabajo en los documentos anexos de las empresas que sí se postularon en la licitación, lo que generó dudas en el proceso. “Nosotros queremos que el Festival se haga, por eso le dimos nuestras hojas de vida a los proponentes para que pudieran hacer la licitación como un favor que nos pidieron, pero no firmamos ningún papel. No tenemos compromiso con ninguno de ellos”, afirmó Betty García, presidenta de la Corporación. Siendo así, el comité evaluador tendría que decretar la convocatoria desierta y la Alcaldía deberá acudir a otra alternativa. “Hemos decidido no participar con ninguno de los proponentes. Si la alcaldía quiere que nosotros manejemos el Festival Folclórico Colombiano en su versión 46, se puede hacer y el 18 de junio, una vez elegido el presidente de la República (si hay segunda vuelta), estará abierta la puerta para hacer el convenio”, aseguró Félix García Motta, integrante de la Junta Directiva de la entidad.
Más detalles. Cabe resaltar, que la inversión de la Administración municipal para la ejecución de las fiestas es de mil 447 millones de pesos frente a los 800 millones que propuso la Corporación en su cotización inicial para llevarlas a cabo, un punto a favor para la entidad en caso de que se firmara un convenio, aún cuando tuviera que trabajar a contrarreloj, porque según sus Directivos, ya tienen todo programado para que la fiesta Nacional se haga efectiva, pero en sus manos.