IBAGUÉ. Un incendio estructural se presentó ayer sobre las 4:45 de la tarde en el barrio Baltazar, en la vivienda de doña Sumilda Díaz, cuando uno de sus inquilinos dejó al parecer un fósforo prendido en el segundo piso del inmueble.
“Yo salí y me di cuenta que todo se estaba quemando, no olía a nada. Eso fue terrible, enseguida llamé a mi papá y empezamos a echar agua para apagarlo”, explicó Marcela Díaz, residente en la vivienda y nieta de Sumilda.
Con baldes y tinas, César Augusto, hijo de la propietaria y Blanca, otra de las arrendatarias, sofocaron las llamas que superaban los dos metros de altura y evacuaron a Alberto Velásquez, que estaba dentro de la habitación ‘chamuscada’.
“Creemos que don Alberto no apagó bien el fósforo cuando encendió un cigarrillo, y además se quedó dormido”, aseveró César Augusto.
De la misma manera se conoció que el señor trató de apagar el incendio por su propia cuenta, lo que le generó quemaduras de consideración en la espalda, brazos y cabeza, siendo atendido por la ambulancia de ‘Bomberos Voluntarios’ y remitido a un centro de salud.
En cuanto a los daños materiales, se comprometió el 95 por ciento de la habitación, afectándose algunos electrodomésticos, ropa, cama y colchones.
