IBAGUÉ. María Isabel Díaz agradece a Dios por tenerla con vida tras el incendio de la casa donde reside con su hijo Darwin Andrey Quiñones Díaz, de nueve años de edad. Por fortuna el día de los hechos no estaban en la casa o la historia sería otra.
Caso. El domingo en la mañana cuando una patrulla de la Policía buscaba a un supuesto herido con arma blanca por la invasión ‘Milagro de Dios’, en el sector de Modelia se percataron de lo sucedido: “No estabamos en la casa. A las 6:00 de la mañana como si fueran unos ángeles aparecieron los uniformados pues estaban detrás del lesionado. Mientras le preguntaban a mi mamá sobre el apuñalado, uno de ellos se recostó a la pared y estaba caliente, luego tocó las puertas y también, aunque no entendía el por qué. Mi mamá me llamó y me dijo que se me estaba incendiando la casa”, contó Díaz.
Los policías y la comunidad ayudaron a Díaz a apagar el fuego, sin embargo “todos los enseres y el ‘surtidito’ de la tienda que lo tengo de los ‘gota gota’ se quemaron, la nevera, licuadora, todo lo que tenía se quemó. El computador donde hago recargas, el equipo, se quemó mi sustento. No me interesan las cosas materiales, me interesa es el niño, porque se quedó sin cuadernos, zapatos, uniformes, no tiene nada. Pido ropa para el niño para poderlo mandar al colegio, porque tiene la misma del sábado”, señaló la afectada.
Díaz que avaluó en cinco millones de pesos las pérdidas tras el incendio estructural, solicitó a las personas de buen corazón ayuda, por lo que quienes deseen hacerlo se pueden comunicar al 3212851124.