IBAGUÉ. Después de dos días de haber estado sin identificar, dos de las tres personas que terminaron incineradas el pasado martes en un accidente de tránsito en la vía Ibagué – Espinal fueron reclamadas ayer por sus familiares en el Instituto Nacional de Medicina Legal en Ibagué. Las dos víctimas eran los que se movilizaban en la camioneta de placa NCE-951 de Cali, pero debido a que quedaron totalmente calcinados las autoridades no tenían la mínima sospecha de quiénes eran.
Una de las pruebas que realizaron los forenses fue la carta dental, y como no estaban seguros plenamente sobre sus nombres, pensaron en aplicar un examen de ADN, el cual daría el 99.9 por ciento de seguridad sobre quiénes eran los muertos. Los familiares de los dos hombres llegaron sobre las 6:00 de la mañana del pasado miércoles, provenientes de Guarne, Antioquia. Luz Marina Bermúdez, esposa de uno de los occisos, le dijo a Q’HUBO: “Nos dijeron que les iban a realizar una prueba de ADN, pero nosotros le pedimos a los médicos que nos ayudaran para que la identificación fuese más rápida; la única solución fue a través de las prendas de vestir, pero mi esposo aún tenía la argolla de matrimonio y cuando la miraron tenía mi nombre”, manifestó.
Por lo anterior, se pudo saber que Elkin Acevedo Castaño, de 33 años de edad, conductor de la camioneta, era el compañero de Luz Marina; y se confirmó que el otro hombre era Antonio José Quintero Ortiz, de 52 años de edad, empleado y acompañante de Elkin.
¿Quiénes eran?
Elkin Acevedo Castaño, de 33 años de edad, había salido el pasado lunes sobre las 8:00 de la noche de Guarne, Antioquia, con destino al Guamo, a entregar unos moldes prefabricados, oficio que desempeñaba en su empresa ‘Moldes Hércules’. Castaño nació en el Valle pero desde muy pequeño fue criado en Antioquia donde conoció a su esposa Luz Marina Bermúdez con quien tuvo dos hijos. La otra víctima fue Antonio José Quintero Ortiz, de 52 años, que llevaba trabajando dos días con Elkin Acevedo. Quintero Ortiz vivía en la vereda Mejía zona rural de Guarne, Antioquia, donde residía con sus tres hijos y compañera sentimental.
ANDRÉS PÁEZ