En la mañana de ayer varios grupos de jueces revisaban las exposición y la premiación y clausura será el sábado en el Salón Alberto Castilla. Fotos: Jorge Cuéllar / Q’Hubo
ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS
qhuboibague@gmail.com
Las flores más hermosas de Colombia y el Mundo, las creaciones y montajes de los mejores clubes de jardinería y sus conocimientos están en Ibagué, en la XXXVII Exposición Nacional de Flores Especializada en Diseño, que se cumple en el Centro de Convenciones Alfonso López Pumarejo.
Para esta edición, que retorna a la Capital Musical luego de 15 años, y cuyo slogan es ‘Entre Acordes y Flores’ llegaron clubes de 17 ciudades de Colombia y 70 jueces nacionales e internacionales que estuvieron ayer calificando cada trabajo.
En diálogo con la directora de la Exposición, Martha Lucía Polanco, explicó acerca de la importancia de esta exposición, la cual al estar regidos por el National Garden Club, deben seguir las reglas internacionales y calificados por expertos en los diseños que exige la actualidad y la calidad.
“El énfasis nuestro es recuperar nuestra flora, por eso tendremos una sección educacional, vamos a resaltar lo que produce cada departamento y lo que se hace con estos productos, pueden ser fibras, frutas, verduras, legumbres, lo que se produce en el País y cómo se transforma
“Colombia es floricultor, tenemos variedad de flores nativas y algunas importadas . Hay desde exóticas hasta proteas. En cada puesto hay una hoja con la clasificación que usa cada arreglo y es muy enriquecedor para aprender”, contó Martha Polanco.
La entrada a la Exposición es gratuita, va desde las 10 de la mañana hasta las 6 de la tarde y con talleres sin costo alguno para quienes deseen aprender de flora.
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“Tenemos talleres todos los días en los salones del Centro de Convenciones, de abonos orgánicos, queremos que toda la comunidad se introduzca en un mundo encantador como lo es la floricultura”.
Dato
Llegaron jueces de Panamá, Guatemala, Venezuela, Ecuador, Perú, Nicaragua, Argentina, México y Uruguay.
Tome nota
Hay clubes de Santa Marta, Cartagena, Barranquilla, Medellín, de Quindío hay representación de Calarcá, Armenia y Montenegro, de Pasto, Neiva, Boyacá, Tolima, entre otras ciudades.
“Esto da paz al alma, queremos contribuir a que no se acabe el mundo porque lo maltratamos y esa es mi intención, quiero enseñarle a la gente sobre medio ambiente, jardines y pasar los conocimientos que tengo” Patricia Gutiérrez.
Bendito entre las flores y las mujeres
La vida de Santiago Cabrera González siempre ha girado entre la agricultura, pues cuenta que desde niño sintió pasión por las plantas y las flores, esto aumentó con su familia que le inculcó el amor por la naturaleza, de grande, eligió la agricultura como su profesión y ha sido algodonero, arrocero, y su último cargo fue la gerencia Nacional de la Federación de Algodoneros hasta que decidió descansar y dedicarse a los jardines y ahora ser miembro de la Junta Directiva del Club de Jardinería de Ibagué.
“Un día dejé mi oficio, quería cambiar, descansar y trabajar en lo que me gusta, dejé de cultivar y me dediqué a los jardines, las plantas, las flores y todo viene combinado porque tengo la hacienda en Chicoral donde mantengo pendiente de los jardines, las plantas, las matas de interior, de la colección de heliconias, pero también pendiente de la abonada, fumigada, los tractores, los empleados y salgo a capacitarme con floristas, paisajistas importantes”, cuenta Cabrera González.
Su ingreso al Club de Jardinería se dio gracias a una norma del National Garden Club que estableció que los hombres podían trabajar en los clubes, y ahora él y Rafael Palmira son los únicos representantes masculinos en Colombia.
“Me levanto a las 5 de la mañana, preparo mi tinto y le doy a los jardineros, organizo, limpio jardines, corto las flores para los arreglos que hay que llevar a la Catedral de Espinal o en los barrios y lugares donde necesiten. Se ha hecho un trabajo importante con Alicia de López y Karen de Arbeláez. Llevo 25 años en la jardinería, produzco flores de clima caliente, variedades de heliconias”, agrega.
Su flor preferida es la heliconia, y por ello conserva una importante colección, pues de las 220 variedades que hay en el mundo, tiene unas 130.
Siempre ha pensando en la humanidad
Desde 1975 Patricia Gutiérrez de Matiz ingresó al Club de Jardinería en Bogotá, pues antes era enfermera jefe de un hospital de la Capital de la República. Cuenta que heredó la acción del club de jardinería de su madre y tiempo después se dedicó de lleno a trabajar para el club, oficio que le llena todo el tiempo y como se volvió juez internacional de exposición, debió dejar su trabajo en la salud.
“El amor por las plantas lo heredé de mi mamá que era antioqueña y en la finca tenía matas, yo soy bogotana pero mi mamá me marcó mucho. Ahora también me dedico a reciclar, diseñar, sembrar árboles, hacer muchas cosas por este mundo que se nos acaba”.
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