En la madrugada del jueves fue retirada, por parte de la administración municipal, la escultura indigena instalada hace tres días en el mismo lugar que ocupó durante más de dos décadas el monumento a Andrés López de Galarza, fundador de Ibagué.
El hecho generó polémica por la actitud, para muchos provocadora, que tuvo el secretario de Gobierno, Oscar Berbeo, quien visitó el sitio en la noche del miércoles y se grabó tomando algunas partes de la escultura, video que después difundió a través de sus redes sociales personales, manifestando desacuerdo con las vías de hecho a la hora de intervenir el espacio público.
A raíz de esto, ayer varios integrantes de movimientos y colectivos sociales, juveniles e indígenas llevaron a cabo desde las 9:00 a.m. un plantón en el puente del Sena rechazando la medida y anunciaron que construirán una escultura mejor que la anterior.
Antecedentes
En la tarde del pasado viernes 28 de mayo, durante las manifestaciones del paro nacional, algunos ciudadanos decidieron llevar a cabo un juicio histórico simbólico contra el español Andrés López de Galarza. El acto comenzó con el retiro de la escultura de este personaje que permanecía en la zona verde del puente del Sena, sitio en el que estuvo desde el 2000 cuando fue traída desde su lugar original en el parque Galarza.
Una vez removida la pieza de bronce, realizada hace 33 años por el artista Enrique Saldaña, varias personas llevaron una parte de esta hasta las instalaciones de la Universidad del Tolima, mientras que la parte restante fue vendida por kilos en chatarrerías de la ciudad.
Posteriormente se llevó a cabo una reunión entre varias organizaciones y la Secretaría de Cultura para concertar el destino de la figura de Galarza y decidir qué se haría con el espacio que había quedado vacío.
La nueva figura
El martes 27 de septiembre, algunos jóvenes y estudiantes de la Universidad del Tolima decidieron instalar una figura indigena en el mismo lugar donde estaba ubicado el monumento a Andrés López de Galarza.
En la noche del miércoles, Oscar Berbeo, secretario de Gobierno de Ibagué, estuvo en el sitio y aseguró que la nueva escultura sería retirada y al tiempo manifestó que este acto “es una manera violenta y burlona de desafiar la autoridad, el ordenamiento territorial de Ibagué, las leyes de la República y el ornato y el embellecimiento de Ibagué”.
De acuerdo con Greis Cifuentes, secretaria de Cultura, la obra es un bien de interés cultural mueble y de especial interés arquitectónico para Ibagué, al tiempo que aseguró que las vías de hecho no son el camino correcto para hacer valer los derechos y las resignificaciones simbólicas que están surgiendo en estos tiempos y para intervenir los monumentos en el espacio público.
Según Killa, una joven activista e integrante del comité de derechos humanos, la idea de ubicar esta pieza elaborada en icopor era conmemorar los cuatro meses del juicio histórico a Galarza, pero no tenían la intención de dejarla allí de manera permanente, por lo que no se explican el por qué de la actitud del secretario de Gobierno de Ibagué.
De igual forma, Andrés Lozano, miembro de la comunidad Yaporox del pueblo pijao, manifestó que para ellos es muy triste el retiro del monumento que constituye un acto de paz y amor de los jóvenes hacia la población de Ibagué y el Tolima.
“El imaginario público no es algo que el gobierno pueda destruir así como quiera, no, porque eso hace parte de los procesos de las juventudes y la población. La orientación es que si la derrumban, cuantas veces sea se vuelve a levantar el monumento” aseguró el joven indigena.
((Cifra))
21
años, tiempo que estuvo instalada la figura de Andrés López de Galarza en el puente del Sena.
