IBAGUÉ. En un campo de lodo se convirtió una calle principal del barrio Los Mandarinos, por el sector de Ambalá, después de tres meses sin que la Secretaría de Infraestructura Municipal genere acciones de hecho para solucionar el deterioro de la malla vial.
Hechos. Miraba los avances informativos del periódico Q’HUBO en Facebook mientras me dirigía a mi casa en la ruta de buseta 53. De repente, un salto en el camino interrumpió mi recorrido justo a la altura del barrio Los Mandarinos, lugar en el que un profundo hueco hizo caer mi celular al piso. Por lo que decidí bajarme a dialogar por los daños y perjuicios que genera ese cráter en el piso.
Con gorra en mano y el celular con la pantalla rota, me contacté con Nubia Gómez, quien vive frente a la ‘piscina de la negligencia Municipal’ y me indicó que el ‘hijo del barrio’ ya tiene tres meses de nacido y qué ‘muchachito’ para crecer, pues su tamaño une a dos manzanas del sector.
“El Alcalde vino hace 20 días a inaugurar un parque, pero del hueco ni habló. El sábado hubo un reparcheo en otro sector, pero aquí lo único que se ha hecho son remiendos improvisados, porque el problema se hace cada vez más grande y más profundo”, señaló mi amiga Nubia.
De esta manera, el hueco se hizo invisible para los intereses de la Alcaldía que ignoró en su magno evento la presencia de este hoyo que afecta la movilidad del barrio, la tranquilidad de pasajeros y la integridad de los residentes de la zona, quienes son los más afectados por esta problemática que solo necesita algo ‘concreto’.
