REDACCIÓN Q’HUBO – qhuboibague@gmail.com
En un nuevo recorrido por El Salado y algunos sectores aledaños de la comuna Siete, Q’HUBO encontró más calles deterioradas, que bien podrían servir de escenario para competiciones deportivas extremas. Las lluvias registradas durante algunos de los primeros días del año ayudan a evidenciar el pésimo estado de estas calles y carreras, que son el dolor de cabeza de los habitantes del lugar y de conductores y transeúntes.
También nos dimos ‘una vuelta’ por vías que ya habíamos visitado y encontramos que siguen igual o en peor estado. Los habitantes de estos sectores aseguran que por décadas estas calles han estado olvidadas por todas las administraciones locales y que los daños que les ocasionan a sus viviendas son bastantes.
Calles con ‘piscinas’
En El Salado- Ocobos, por la calle 142 entre carreras Novena y 15, el estado de la vía es mixto: de malo a pésimo. El primer tramo es calle destapada, y los hundimientos que presenta, permiten la formación de unos charcos gigantescos, que para la comunidad son unas ‘piscinas’. Por más que los conductores traten de esquivar los pequeños lagos, es imposible, pues ocupan toda la vía.
Pese a que se trata de una zona comercial, pues hay varios negocios como tiendas de barrio, restaurantes y hasta un taller de reparación de electrodomésticos, a este tramo al parecer nunca le han ‘metido mano’. Un segundo tramo de la vía que cuenta con pavimentación está en iguales o peores condiciones. Las zanjas que atraviesan la calle hacen que esta presente un relieve bastante incómodo para quienes se movilizan en vehículos.
“Dan ganas de llorar. Toda la vida ha estado así. Algunos alcaldes en campaña vienen y le prometen a todo el mundo que van a arreglar las calles. Se habla del famoso ‘Pueblito Tolimense’, del ‘corredor turístico del Norte’, pero los turistas lo que encuentran al llegar son los huecos”, afirma Miguel Gordillo, habitante de El Salado hace varias décadas.
No hay vía que se salve
Recorriendo los alrededores de la Plaza del Salado, se encuentra el denominado ‘Callejón del nuevo mercado’, una zona muy transitada los fines de semana. Esta calle está casi totalmente destapada, por lo que no es idónea para la circulación de vehículos.
A media cuadra, en la intersección de la calle 143 con carrera 10C, frente al restaurante Delicias de mi Tierra, un cráter descomunal se convierte en laguna cuando llueve. Conductores y motociclistas deben hacer peripecias para cruzar este tramo.
En situación crítica también está la calle 145, desde el Parque de los Venados, hasta la parroquia San Isidro Labrador, pasando por el antiguo cementerio. Se trata de una de las entradas al Salado, así como la ruta de varias busetas, pero es una verdadera vergüenza. En muchos tramos, ya ni siquiera quedan restos de asfalto. Recorrer a pie o en vehículo esta vía es como adentrarse en un camino de herradura hacia lo que más bien pareciera un sendero rural olvidado. Los huecos son tan grandes, que a la comunidad le ha tocado rellenarlos con tierra o recebo.
Funcionario de la comunidad
Oscar Bríñez, habitante del sector Alamos, en condición de discapacidad, sale a la calle 145 y rellena las chambas que entorpecen el tránsito vehicular por esa vía. Ayudado de una pala y un balde, el hombre transporta material hacia los cráteres, para estabilizar un poco su nivel, y que el paso sobre ellos no sea tan abrupto para los conductores.
Bríñez lleva a cabo esta noble labor desde hace un año. “Por mi situación es difícil conseguir empleo. Así me la rebusco para llevar el diario a la casa. Hago las cosas lo mejor que puedo. Traigo recebo del bueno, no le echo tierra”, señala el hombre respecto a su labor, por la cual los conductores le dan lo que pueden. Los habitantes del lugar lo han denominado jocosamente como el ‘funcionario de la Secretaría de Infraestructura’.
Los conductores que transitan por el lugar y que agradecen la labor de Oscar, piden que la Administración municipal haga presencia en el sitio y examine de primera mano el estado de estas vías, pues consideran incongruente que se denomine al Salado como zona turística, cuando el sector no está en condiciones para ser denominado como tal.
Tuberías: un dolor de cabeza
A un costado de la vía está la urbanización La Victoria, donde tres casas se inundaron hace unos días, cuando colapsó la red de alcantarillado de la urbanización Los Lagos y las aguas bajaron hasta este sector en horas de la madrugada. Los habitantes de estas viviendas perdieron varios de sus enseres.
María Olinda Tique, habitante de una de estas casas, aseguró que la temporada de lluvias pone en peligro los predios de la manzana A, pues deben estar alerta a posibles inundaciones.
Por esta razón, habitantes de esta urbanización que viven a un costado de la vía principal, debieron armar barricadas con sacos de arena, con el fin de prevenir, o por lo menos mitigar posibles desastres relacionados con daños en las tuberías del sector, que son la principal causa del deterioro de las calles.
El problema lleva décadas. La comunidad afirma que aún la red en su mayoría está compuesta por tubos de asbesto y de concreto, que están obsoletos hace muchos años, y que debieron ser reemplazados, antes de que el problema creciera a tal magnitud.
A veces ni siquiera la reposición de la red garantiza que las vías quedarán en buen estado. En la calle de la Biblioteca Pública y Casa Cultural de El Salado, sobre la carrera 13, desde el parque principal hacia abajo, una grieta a lo largo de la vía, da cuenta de una reparación en las tuberías, después de la cual la calle fue dejada en lamentables condiciones.
El Campeón
Un hueco ubicado en la carrera 13 con calle 147 tuvo que ser señalizado por la comunidad, debido a su tamaño y al riesgo que representa para transeúntes y vehículos, en especial motocicletas. Por lo visto, al cráter le están saliendo ‘hijos’ alrededor, como se puede apreciar al pasar por su lado.
Van a intervenir
Hace unos meses, Q’HUBO informó sobre el pésimo estado de la vía que conduce desde La Ceiba hacia el parque principal de El Salado. Aunque en un tramo se visualiza lo que sería el inicio de los trabajos, al momento de esta visita no había personal en el lugar. El estado de esta vía tan comercial es cada vez peor y la adecuación de la calzada, al igual que en la mayoría de estas vías es urgente.
Pista con lago
La calle de la USI de El Salado también continúa su deterioro. Los lagos que se forman, producto de las lluvias que se acumulan en los enormes hundimientos de la calle 146, hacen que los motociclistas tengan que superar una especie de pista de obstáculos para atravesar la vía. El zigzagueo es la mejor opción. A los conductores de vehículo por el contrario, no les queda más remedio que hacer uso de su pericia y convertir sus vehículos en anfibios, cruzando las piscinas naturales que se forman en la calle.