ARMANDO CALLE. Dolorido estoy del ‘totazo’ que me pegué ayer en el barrio Cañaveral de Ibagué, pues caí en tremendo hueco. Me duele mi piernita.
Muy amablemente la señora Amira Olaya y don José Antonio Vaca me dieron la mano, me sacaron de allí y me sobaron.
Hace seis meses. Ellos me contaron la historia completa del hueco, que se llevó una palma y parte del andén de la manzana 27 de la Quinta etapa.
“Don Armando el hueco empezó pequeñito, pequeñito pero poco a poco se fue agrandando y vea cómo está. Apareció hace seis meses y en el Ibal nada que nos ‘paran bolas’ ”, me dijo la señora Amira.
“Hemos informado al Ibal de la situación vía telefónica y por escrito. Tenemos dos radicados, el 173746 y el 19338. Nos dicen que la persona encargada es el ingeniero Peralta, pero nunca no lo comunican. Que no está y que no está, responden”, añadió don José.
Aguas negras. Pero esto no es todo mis queridos lectores. Cómo les parece que las aguas negras se devuelven por los sifones de tres viviendas y las familias ya no saben qué hacer con la situación.
Mis amigos también me hablaron de un poste en mal estado y de un árbol que está que se cae. Atentos porque en estos días les contaré esas historias.