Hasta el cielo lloró

 

IBAGUÉ. Lágrimas de dolor y repudio se entremezclaron con las gotas de lluvia que cayeron ayer sobre el mediodía en la capital tolimense, a manera de un profundo lamento de Patria por el asesinato de 11 militares, nueve de ellos tolimenses. De ellos, siete recibieron un último adiós en Ibagué y uno más en Villahermosa, norte del Tolima.

La ceremonia para honrar a los soldados ibaguereños Víctor Nayid Hernán Bonilla Castillo, Juan Ovidio Ortíz Ayala, Luis Miguel Quintero Hernández, Andrés Felipe Reinoso Reinoso, Cristian Camilo Rodríguez Lugo, Óscar Hernán Obando Rodríguez y Nelson Enrique Ramírez Forero, se realizó en la Catedral de Ibagué en compañía de autoridades locales y regionales, así como representantes de los organismos de seguridad del Estado.

Mediante un comunicado, José Nayib Bonilla Marín, papá de Víctor Nayib Bonilla Castillo, abrió su corazón para manifestar los sentimientos que lo embargaban tanto a él como a las demás familias de los muchachos asesinados:

“Hace casi un año, a través del Ejército de Colombia, con prevenida alegría, entregamos a la Patria a nuestros hijos para que cumplieran con el deber cívico de prestar el servicio militar y así, ayudar en la defensa de nuestros compatriotas. Hoy, el mismo Ejército nos devuelve los despojos mortales de nuestros hijos. Sus vidas, alegrías, tristezas e ilusiones las mataron los asesinos de las Farc”, reza el documento.

“La táctica y la estrategia que deben utilizarse para ganar la guerra fratricida que despedaza a nuestra Patria, son responsabilidad de los mandos militares. (…) De modo que, por órdenes mal concebidas, nuestros hijos fueron puestos como ‘carne de cañón’ para los asesinos que se cebaron con sus vidas”.

“En este recinto sagrado, estas familias adoloridas venimos a entregar a Dios las almas de nuestros hijos, los héroes que ofrendaron sus vidas por la paz de Colombia”, puntualizó.

De otra parte, el general Sergio Mantilla Sanmiguel, comandante del Ejército de Colombia, manifestó:

“En este momento venimos para acompañar a los familiares. Sólo queremos confortar a quienes perdieron a sus seres queridos, estar con ellos en el dolor e inmensa tragedia de quienes perdieron a un hijo, un hermano, a un sobrino”, refirió.

El general Alejandro Navas, comandante de las Fuerzas Militares, precisó: “Sus hijos han caído como verdaderos héroes en el campo de batalla. Estamos profundamente dolidos, afligidos, pero queda en el fondo la inmensa satisfacción de que fue por una causa altruista, que es la Defensa de la Nación. Esta es la cuota de sacrificio a través de la historia. Siempre son los soldados quienes con su sangre le aportan a la soberanía y convivencia de todo un país”, puntualizó.

 

Adiós en Villahermosa

 

Mientras en Ibagué el luto invadía a casi una decena de familias, en Villahermosa era despedido ayer con honores el soldado Edilberto Rincón Montoya. El muchacho, hijo de un reconocido arriero de la región, fue llevado hasta la última morada por una multitud conformada por familiares, allegados y funcionarios de la localidad.

 

Error que cobró vidas

 

Sobre las responsabilidades por parte del Ejército en la muerte de los uniformados debido a que según pronunciamientos del Presidente de la República, Juan Manuel Santos, la masacre fue provocada por un error táctico militar, el subcomandante del Ejército, general Manuel Guzmán Cardozo, indicó: “Se tiene conocimiento de qué clase de bandidos hay allí; puedo tener el entrenamiento más grande, ser un ‘Rambo’, pero dentro de una casa estoy en total desventaja. Hay que entender ese error y ese comandante también lo pagó con su vida”, dijo.

Agregó que la Institución hablará con las familias en otro espacio donde se les pueda dar una explicación y “llegar a un acuerdo. Si hay una demanda, lógicamente el Ejército estará a disposición de atenderlas”, concluyó.

 

 

 

 

OSCAR BORJA

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