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Jania Marcela Zabala es la progenitora de Miguel Ángel Sánchez Zabala, quien murió luego de recibir una puñalada en el pecho en medio de una supuesta riña con otro hombre. El presunto agresor salió en libertad, pero quedó vinculado al proceso judicial.
La dolida madre habló con Q’HUBO sobre el dolor y el vacío que dejó el asesinato de su hijo, a quien describió como un niño con sueños, de muy buenos sentimientos, alegre y buen amigo.
“No se alcanza a imaginar el vacío tan grande que siento. Me dejaron los brazos vacíos. Esto no se lo deseo ni al peor enemigo porque la pérdida de un hijo jamás se va a reemplazar con ninguno. Nadie tenía el derecho de arrebatarle la vida así”, dijo Jania, quien luego de superar un cáncer de tiroides atraviesa una difícil situación económica.
Es de recordar, que por este caso fue capturado Estiber Andrés Oviedo Pinto, de 22 años, quien fue presentado en audiencia donde la Fiscalía le imputó cargos por homicidio.
Estaba en la casa
En diálogo con Q’HUBO, la madre de Miguel Ángel contó que ese domingo 8 de enero su hijo llamó a la expareja, con quien tiene una hija de un año de edad. No obstante, al parecer lo hizo sentir mal, no le llevó a la niña, la cual tampoco vio durante diciembre. Según conoció la señora, el sujeto detenido, señalado de asesinar a su hijo, llegó a su casa en compañía de la expareja de Miguel a sacar algunos elementos que serían de la mujer.
“El asesino entró a mi casa hasta las escaleras, le dijo un poco de cosas y mi hijo salió ofendido. Que le dijo que ella era de él. Mi hijo iba con el pico de una botella y dicen que fue cuando le rayó la cara”, contó.
Jania vio cuando su hijo pasó y persiguió al supuesto homicida. A cuatro cuadras de la casa, ocurrió la riña en la que perdió la vida el joven.
Justicia
“Cuando fui a la USI mi hijo tenía una puñalada en la pierna (señaló la derecha) y otra en el corazón. De todas formas eso no le daba el derecho de acabar con la vida de mi hijo. Me dicen que lo soltaron porque la Procuraduría dijo que era defensa propia”, cuestionó la madre.
Y agregó: “Mi hijo era un ser humano y yo como madre pido justicia, que investiguen a fondo la muerte de mi hijo porque no se puede quedar así. O si alguien mandó a matarlo. Quién fue el verdadero culpable. Mi hijo medía 1.85, no me explico cómo una persona más baja le dio la puñalada en la pierna”.
Añadió la señora, que Miguel Ángel no conocía al presunto agresor y lo único que supo luego de sepultarlo en el Cementerio San Bonifacio, es que vive en el barrio Nazareth.
Y resaltó, que su hijo en alguna oportunidad fue capturado. “Sé que mi hijo cometió errores y en un momento de desespero robó a una señora. Pero lo soltaron. Lo hizo por una necesidad no porque fuera así, no tenía trabajo y estaba en una situación difícil.
“No tenía comida y por su hija cometió ese acto. Fue la necesidad en ese momento”, aseguró la madre.
Por último, recordó que su hijo sufría de depresión, hacía un mes estaba tranquilo, pues reconoce que consumió estupefacientes, pero tenía planeado irse a vivir a Bogotá.
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