Redacción Q’hubo – qhuboibague@gmail.com
Los habitantes de Rovira están desesperados. El continúo racionamiento en el suministro de agua potable los ha llevado a recurrir a diferentes entidades gubernamentales con el fin de exponer la difícil situación que afrontan desde hace meses. Según los pobladores de ese municipio, en promedio cuentan con el servicio unos 8 o 9 días al mes, teniendo dificultades para preparar los alimentos y efectuar las labores de aseo. Denuncias, plantones y hasta debates de control político en la Asamblea Departamental han tenido lugar como consecuencia del grave desabastecimiento.
“Sufriendo por el servicio”
Hace un mes quedó en evidencia una situación que afecta a más de la mitad de los habitantes de Rovira: la escasez de agua potable. Aunque en su momento se aseguró que el hecho se produjo debido a las crecientes por lluvias en el río Luisa, que abastece al acueducto principal, miembros de la comunidad aseguran que esa no es la causa.
“En Rovira se va el agua, llueva o no. No podemos echarle la culpa a las lluvias, eso es una excusa”, asegura Edilberto Guzmán, líder comunitario, quien agrega que el agua que se toman los rovirenses ni siquiera es potable: “El 28 de abril me llegaron unos videos donde ciudadanos muestran la calidad del agua que nos llega por cuatro o cinco horas al día. Seguimos sufriendo por el pésimo servicio”.
La información sobre el estado del agua que reciben los rovirenses contrastaría con la suministrada por el alcalde del municipio, Diego Guerra, quien en debate de control político convocado por la Asamblea esta semana, habría asegurado que el líquido que llega a los hogares en esa población es 100 por ciento potable.
En ese mismo debate, los diputados Renzo García y Carlos Reyes cuestionaron de forma severa la gestión de José Dayler Lasso, gerente de la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo del Tolima, Edat.
En entrevista para un medio radial de la ciudad, García aseguró que la Edat “genera más problemas que soluciones” y que el informe de 295 páginas que presentó el gerente de la empresa “es distinto a la realidad que se vive en los territorios”.
Pidieron apoyo
La situación que se vive en el municipio es tan dramática, que se ha tenido que solicitar el apoyo de la Gobernación del Tolima a través de carrotanques. Bomberos Oficiales y Voluntarios de Ibagué llevaron agua a colegios, al hospital, al ancianato, a los centros de desarrollo infantil, entre otros.
Entre tanto, la comunidad que ha reportado a través de videos que en ocasiones el líquido que les llega a sus casas es de un color oscuro, con el apoyo de líderes del municipio ha llevado el caso ante la Contraloría y la Superintendencia de Servicios Públicos, entidades que de acuerdo con Edilberto Guzmán están al tanto de los pormenores y les han brindado la atención del caso.
Proyecto demorado
En 2015 se adjudicó el proyecto de la obra denominada Plan Maestro de Acueducto de Rovira, con un costo superior a los cuatro mil millones de pesos. Aunque inicialmente estaba contemplado que las obras tardarían ocho meses, el proceso se dilató y con la llegada de la pandemia en 2020 sufrió aún mayores retrasos. Al respecto, el Alcalde de Rovira indicó hace algunas semanas en entrevista con El Nuevo Día que aspiraba a que en 40 días el proyecto estuviera terminado. También destacó que se necesitaba instalar cerca de tres mil 600 micromedidores, pero el crecimiento poblacional del municipio complicó esa tarea. También destacó que es necesario implementar una cultura del ahorro de agua en los rovirenses. Lo cierto es que a la fecha el proyecto aún no ha sido concluido.
Dato
Esta redacción intentó comunicarse con el alcalde de Rovira, Diego Guerra, para conocer los avances en el Plan Maestro de Acueducto, pero no fue posible hablar con el mandatario.
