IBAGUÉ. Con Cacerola en mano, ollas y trompetas los habitantes del barrio La Estación se tomaron la calle 25 con avenida Ferrocarril para dar a conocer la difícil situación que viven más de 400 familias, que no tienen qué comer, ni cómo asumir los gastos diarios.
Sin alimentospara sus hijos
Sobre las 10 de la mañana, un grupo de ciudadanos salieron de sus casas mientras hacían sonar las ollas, aquellas que antes utilizaban para cocinar sus alimentos y que no han vuelto a utilizar por la falta de comida en sus hogares.
Por cerca de tres horas, los manifestantes bloquearon el carril subiendo de la avenida Ferrocarril. Con arengas le exigieron al Gobierno nacional y local ayudas para poder sobrevivir en la cuarentena, pues según ellos, llevan días enteros aguantando hambre.
No han llegado las ayudas
Jhonatan Betancourt, líder del sector, le dijo a Q’HUBO que tomaron la decisión de salir a la calle a protestar porque están desesperados debido a la difícil situación económica que están viviendo.
“Aquí somos más de 400 familias que trabajamos en obras de construcción, vendedores y rebuscadores que llevamos un mes sin trabajar, razón por la que no tenemos con qué alimentar a nuestros hijos, mucho menos cómo pagar un arriendo o los servicios. Estamos cansados que nos tomen del pelo, la Alcaldía todas las semanas nos dice que llegarán las ayudas, pero aquí aún no se ha visto ni una libra de arroz”, concluyó el líder comunal.
Las cacerolas suenan en Ibagué
El desespero y la preocupación por no tener alimentos en sus hogares, ni tampoco dinero para los gastos, ha llevado a centenares de ciudadanos a protestar en diferentes sectores de la ciudad durante la última semana.
La comunidad Lgtbi efectuó un plantón frente a los edificios de la Gobernación y la Alcaldía. En Las ferias, El Salado y Boquerón, también hubo protestas en las calles. Todos han tenido un común denominador, ayudas humanitarias para sobrevivir al Covid – 19.
DATO
Habitantes del popular barrio aseguraron que están dispuestos a seguir protestando hasta que su clamor sea escuchado por el Gobierno local.