IBAGUÉ. Con moretones en el rostro y la mano izquierda lastimada, terminó la sexagenaria mujer debido a la inmisericorde agresión de su hijo capturado en flagrancia por policiales.
“Donde no hubiera estado encerrada, el ‘guache’ de mi hijo me mata”, dijo la frustrada y entristecida madre.
La señora Ana Beatriz Perdomo, de 65 años, lo había denunciado el 15 de octubre en la Comisaría Cuarta de Familia por no respetarla y amenazarla con “volverla picadillo”.
“La palabra más pequeñita que me decía era vieja ‘gonorrienta’, y eso que lo estaba manteniendo”, explicó.
El sábado en la tarde doña Ana Beatriz le sacó la ropa en un bolso y se la dejó en la puerta de la casa, cansada de la altanería y que la convivencia con su hijo se tornó invivible.
Cuando Ewilder Traslaviña Perdomo llegó a la vivienda, se exasperó y arremetió contra su progenitora enviándola al Hospital San Francisco por las lesiones que le causó.
El ‘guache’, de 39 años de edad, le pegó a su mamá un puño en la frente que le lanzó por la puerta ventana de la casa, le tiró a rayarle la cara con una espátula y luego le arrojó una silla Rimax ocasionándole inflamación en la mano.
El vergonzoso hecho ocurrió en la Manzana S casa 25 del barrio Pacandé, donde acudió una patrulla al llamado de auxilio de vecinos que condenaron la acción del violento sujeto.
La Fiscalía relató que el hombre se escudó en cuatro perros bravos que tiene para tratar de evitar ser capturado por los uniformados.
Ewilder Traslaviña Perdomo es separado, tiene seis hijos, hacía dos años estaba viviendo en la casa de su progenitora y no aceptó los cargos imputados por violencia intrafamiliar.
Adujo que su madre le hacía brujería, se le perdía la ropa interior y ya había encontrado en el colchón de su cama cinco de siete medallas que un indio al que frecuenta le dijo que buscara.
Al final, el agresivo hijo fue liberado por la Juez Sexta de Garantías debido a que la Fiscalía se abstuvo de solicitar la imposición de medida de aseguramiento por carecer de antecedentes.
