IBAGUÉ. Un escolta del comandante de la Sexta Brigada, coronel Julio César Prieto, fue quien denunció a la Fiscalía a los militares que se encontraron una ‘guaca’ con más de 500 millones de pesos que no devolvieron, tras un bombardeo a un campamento de las Farc en febrero de este año en Chaparral, según detalles de la investigación filtrados al diario El Espectador.
El soldado de apellido Lillo fue uno de los miembros de la Afeur que participó en el operativo en la vereda La Aurora, corregimiento La Marina, en Chaparral, luego de lo cual fue trasladado a Ibagué y puesto como escolta del coronel Prieto, informó el diario bogotano.
Según el portal web, el uniformado instauró la denuncia a espaldas de su jefe y narró ante el CTI su versión de lo sucedido en el lugar, con lo cual la Fiscalía Segunda Especializada de Ibagué abrió investigación.
Los militares en cabeza del capitán Carlos Andrés Villamizar se habrían quedado con $500 millones en efectivo y un anillo de oro (que pertenecía a alias Pedro Nel); $120 millones de alias Yaritza y $180 millones que estarían en otro morral de los guerrilleros, revela también el diario.
Como ya se había informado, miembros de las Afeur ingresaron al sitio del bombardeo en dos grupos y sin acompañamiento del CTI, que sólo pudo entrar un día después, cuando la escena de la operación habría sido alterada.
El miércoles trascendió que el Cuerpo Técnico de Investigaciones (CTI) hizo una inspección a las instalaciones de las Fuerzas Especiales Antiterroristas Urbanas (Afeur) en Ibagué, que fueron las encargadas del bombardeo al campamento guerrillero, tras el cual habrían ocurrido los hechos.
Así mismo, se supo que tres oficiales de la Inspección General del Ejército fueron enviados a Ibagué para investigar la situación. Los 50 militares, entre oficiales, suboficiales y soldados profesionales fueron sometidos a la prueba del polígrafo, mientras los resultados de la inspección del CTI se mantienen en reserva.