IBAGUÉ. En menos de una semana en el barrio El Salado, entre los barrios Modelia y Nazareth, dos jóvenes fueron asesinados. El último hecho ocurrió el jueves en la noche.
Historia. Ayer a eso de las 6 de la mañana sobre un andén, bocaarriba, con varios impactos con arma de fuego y sin signos vitales, fue hallado un joven detrás del conjunto residencial San Fermín.
La víctima llevaba varias horas abandonada tras ser atacada a bala y con otros objetos contundentes.
Fueron los residentes de la carrera Octava con calle 162, zona que comunica a Modelia Uno con el barrio Nazareth, los que encontraron el cadáver y le colocaron una sábana encima mientras las autoridades arribaban al sitio.
El hoy occiso llevaba puesta una camisa gris a cuadros, pantalón café y zapatos negros. Una de sus manos quedó sobre su pecho y la otra en el andén. Debajo de su cuerpo había un lago hemático debido a las balas que ingresaron en él y que finalmente le arrebataron su existencia. Según los habitantes, no lo habían visto en la zona, no sabían su nombre y mucho menos quién era su familia. Tampoco sabían quién acabó con la existencia del joven que era de piel trigueña, contextura delgada, ojos negros y corte bajo, tampoco por qué lo mataron.
Muerte en la oscuridad. La única versión que dieron los lugareños a las autoridades, es que el jueves a eso de las 9:30 de la noche, cuando algunos ya dormían y otros estaban en sus casas viendo televisión, escucharon unos disparos, pero ninguno salió a mirar qué había pasado. Solo hasta el día siguiente durante el inicio de la mañana, vieron en el separador a una persona fallecida. Al parecer, el muchacho, que podría tener entre 19 y 20 años de edad, también tenía lesiones en la cabeza en la región frontal y parietal izquierda, otras dos superficiales en el brazo izquierdo y una más en sus glúteos.
Levantamiento. Agentes de criminalística de la Sijín de la Policía Metropolitana de Ibagué se encargaron de los actos urgentes, acordonaron la escena del crimen y trasladaron los restos mortales a Medicina Legal de Ibagué. Allí los médicos forenses establecerán su plena identidad, pues una vez se conoció la noticia del homicidio, se ventiló un posible nombre, por lo que las autoridades investigan si en realidad corresponde al de la víctima.
