A Wilmar Eduardo López Guzmán una pareja de sicarios, al parecer, lo esperó para matarlo la noche del miércoles, luego de que salió del Coiba de Picaleña. El hombre fue impactado con dos disparos en el pecho y ahora se debate entre la vida y la muerte en el Hospital Federico Lleras Acosta.
López Guzmán, de 28 años, recuperó su libertad por un Habeas Corpus que le concedió el Juzgado Quinto de Control de Garantías de Ibagué, pues estaba detenido sin justificación.
La víctima del atentado desde el pasado 9 de junio había sido beneficiado con el subrogado penal. Al redimir la pena, el Juzgado Segundo de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad le concedió la libertad condicional, sin embargo, la misma no se había hecho efectiva, por tal razón acudió al recurso de Habeas Corpus, que le fue concedido, notificado y se hizo efectivo el miércoles.
El bogotano estaba detenido desde el 30 de junio de 2017, pagando una condena de cinco años y siete meses por los delitos de hurto calificado y agravado, y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones.
El ataque
López Guzmán salió pasadas las 7 de la noche del miércoles de la prisión. Se acercó a una tienda y preguntó si hacían recargas para celular y comida. Luego de varios minutos, recibió un giro de dinero y se fue hacia la vía principal.
Los residentes el barrio Picaleñita escucharon varios estallidos, pero se enteraron de lo sucedido cuando la Policía y la guardia del Inpec buscaron testigos, datos del recién salido y preguntaron con quién había tenido contacto.
Fue cerca de la Casa de La Moneda, en la esquina sobre la vía principal, donde le dispararon en el pecho en dos oportunidades a López Guzmán.
Los uniformados de la Policía Metib, que desplegaron un cordón de seguridad cerca del Coiba, por las amenazas de fuga que hay, auxiliaron al hombre e iniciaron un plan candado. A la altura de la glorieta de Mirolindo detuvieron un taxi Hyundai Atos y capturaron un hombre y una mujer que se movilizaban como pasajeros en el ‘amarillo’.
En poder de la pareja los uniformados hallaron un proveedor para pistola calibre 7.65 con nueve cartuchos. Al cierre de esta edición, Danilo Tique Montiel y Dayana Valentina Montiel Barajas, de 32 y 19 años de edad, respectivamente, eran presentados por el Fiscal 24 Seccional del Grupo de Flagrancias ante el Juzgado de Control de Garantías por las conductas punibles de homicidio agravado en la modalidad de tentativa y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego o municiones.
