El gremio de los comerciantes rechazó las medidas tomadas en Bogotá y en otras ciudades del país para restringir la movilidad como mecanismo para frenar la expansión del coronavirus.
Como un fracaso en las políticas de prevención y falta de autoridad para garantizar la disciplina social calificó Fenalco la decisión de la Alcaldía de Bogotá de establecer un nuevo aislamiento obligatorio en tres localidades, así como otras medidas como el toque de queda, la ley seca y el pico y cédula adoptados en otras ciudades.
“Está demostrado que los confinamientos y otras medidas restrictivas, lo único que causan son enormes consecuencias económicas y sociales a la población colombiana, tal como se evidenció en las cifras de empleo de agosto cuando se implementaron las cuarentenas por sectores”, manifestó el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal.
Este domingo, la Alcaldía de Bogotá anunció que este martes comenzaría una nueva etapa de aislamiento obligatorio en las localidades de Usaquén, Engativá y Suba, que son las que presentan una mayor tasa de contagio. La decisión está pendiente de ser confirmada en una reunión que se dará este lunes entre la Alcaldía de Bogotá y el Gobierno Nacional.
Según Cabal, esta medida ratifica el fracaso de las políticas implementadas desde hace ya casi un año y volverlas a repetir implicaría la destrucción de nuevos empleos y la muerte de miles de pequeñas empresas que están tratando de reponerse de varios meses de inactividad.
“A casi un año del primer confinamiento creemos que ha fracasado la autoridad para garantizar la disciplina social en las diferentes ciudades, estableciendo sanciones fuertes a quienes infringen y violan las distintas medidas adoptadas. Mientras se cierran localidades, actividad productiva y comercio formal, se mantiene la permisividad de comercio informal, manifestaciones y aglomeraciones en las calles”, agregó Cabal.
De acuerdo con el vocero de los comerciantes, los mandatarios locales han contado con el tiempo suficiente para estudiar otros modelos diferentes a las restricciones para controlar los contagios, tal como lo han hecho de manera exitosa otras ciudades en el mundo usando tecnología y otras herramientas para la detección oportuna del virus y el cerco a las personas afectadas.
