Floriberto Cardona, el fotógrafo e historiador que captura la memoria ibaguereña

 Floriberto Cardona Cedano, fotógrafo, historiador y documentalista ibaguereño. Foto: Hélmer Parra/ Q’Hubo.

El fotógrafo, documentalista e historiador Floriberto Cardona Cedano, lleva más de 40 años retratando la memoria de los ibaguereños a través del lente de sus cámaras. Nació en San Juan de la China y desde su juventud se apasionó por la historia y la fotografía, además, es reconocido por tener otra versión sobre la fundación de la ciudad.

Trayectoria

Paseo de olla a Gualanday un domingo de 1979. Fotos: Floriberto Cardona Cedano. 

Cardona recuerda que su primer contacto con la fotografía fue un fin de semana en la finca La Pluma, corregimiento San Juan de la China, donde transcurrió su infancia. Su hermana Luz Marina Cardona, cuando los visitaba, llevaba una pequeña cámara de 6×9 que funcionaba con rollos de apenas nueve fotos y en una ocasión le permitió hacer todas las tomas.

En 1967, luego de vivir su infancia en el campo, Floriberto Cardona decidió venirse a vivir a la zona urbana de Ibagué y se hospedó en la casa de una tía mientras terminaba la primaria en la escuela Diego Falan, de Belén. 

Luego ingresó al colegio, etapa que culminó con éxito en 1974 al graduarse como bachiller del colegio Manuel Murillo Toro. Después empezó a trabajar en la oficina de matrículas de Tránsito departamental, pero nunca abandonó la pasión por las fotos. 

Para 1979 contaba con una cámara compacta Kodak 56x y en esos días vio un anuncio en el teatro Tolima que invitaba a un curso de fotografía con el maestro Jesus Antonio Jordán, exprofesor de la escuela de Bellas Artes de la Universidad del Tolima, que fue cerrada ese mismo año. El profesor se dedicaba a dictar clases en una pequeña academia que montó junto a otros artistas en una casa ubicada en la carrera Segunda entre calles 10 y 11.  

Cardona decidió tomar el curso y al llegar a la primera clase le dijeron que debía conseguir otra cámara porque la compacta no servía para hacer fotos profesionales. En esa época su salario era de $4.500 pesos mensuales, entonces ahorró y adquirió una Rolleiflex SL35. En la primera práctica que hicieron tomó varias fotografías sobre la cotidianidad dominical en el parque Centenario, uno de los sitios más emblemáticos de la ciudad. 

Luego de esta capacitación empezó de lleno en el oficio y se dedicó a registrar todo tipo de eventos sociales hasta 1996, año en el cual participó como fotógrafo en la edición del libro titulado ‘Ibagué: sus múltiples rostros’, de Pijao Editores. 

Y en 2010, cuando había decidido abandonar la fotografía análoga debido a la aparición de la digital, su hija le regaló una moderna cámara Nikon D60 con la que empezó a experimentar y se enamoró nuevamente de este arte. 

Celebración de las fiestas del folclor en Ibagué, junio de 1984.

Los trabajos que más recuerda son un registro fotográfico que realizó en el Festival Folclórico de 1992, otro en un viaje al Norte del Tolima y una serie de fotografías durante un safari por la hacienda Napoles de Pablo Escobar en 1993, meses antes de que fuera dado de baja por las autoridades colombianas. Todas estas fotos son inéditas. 

También hace audiovisual

Carrera tercera con calle 12 de Ibagué en 1993.

A la par de su pasión por la fotografía, Floriberto también cultivó el gusto por el audiovisual y en 1982 hizo un taller de guión con Hernando González Mora, conocido como “Poca Lucha”. En 1988 se capacitó en realización audiovisual y en 1989 compró su primera cámara de video. 

La experiencia que fue adquiriendo le permitió participar en documentales con Hipolito Rivera, Carlos Orlando Pardo y el maestro de la Universidad del Tolima, Luis Rozo. También participó en el rodaje de un argumental titulado ‘De puertas para adentro’, basado en el cuento Decidí contarle al señor Santamaria, del libro Las Primeras palabras, escrito por Jorge Eliécer y Carlos Orlando Pardo. También trabajó en un proyecto audiovisual sobre las palenqueras en 2007 y realizó un documental sobre el uso de la chicha en Coyaima titulado Chicha Kopah.

Apasionado por la historia

Paseo a los termales El Rancho en 1980.

La pasión que Floriberto Cardona siente por la historia nació cuando era apenas un niño y en la finca el único libro que había era la biografía de Simón Bolívar. Lo leyó varias veces, se aprendió muchos datos y fechas y desde ahí comenzó su interés. 

Cuando llegó a Ibagué, en 1967, pudo acceder a bibliotecas y allí se apasionó, pero esta vez con textos sobre historia antigua y de la humanidad, hasta 2006 cuando entró a la Efac y durante una investigación encontró un documento del franciscano español Pedro de Aguado, en el cual describe con detalle la geografía del territorio en el que se asentaron los primeros pobladores de la ciudad. 

Práctica fotográfica en 1979 con Jesús Antonio Jordán, barrio Belén de Ibagué.

Este hallazgo despertó su curiosidad por saber más sobre la historia de Ibagué y lo llevó a seguir investigando hasta 2012, cuando escribió, con abundante evidencia histórica, otra versión sobre el lugar donde se fundó ‘La Musical’, que difiere de la versión que todos conocemos y está plasmada en la mayoría de libros de historia. 

Según la versión del maestro Cardona, Ibagué se fundó a orillas del río La China, en cercanías al cerro La Picota, entre Alvarado y Anzoátegui, y no en Cajamarca, como dicen la mayoría de libros de historia.  

La práctica del senderismo

Nevado del Tolima, julio de 2021.

Floriberto Cardona conoce muy bien la zona rural de Ibagué gracias a las caminatas que hace cada semana. Ha contabilizado más de 400 recorridos por corregimientos y veredas y en cada salida hace registros fotográficos que luego comparte con amigos y conocidos en sus redes sociales. 

Dentro de la colección de fotos que posee, hay bastantes de mariposas, paisajes y otros temas que va captando en el transcurso del camino que transita casi siempre en compañía de un grupo de compañeros con el que comparte el gusto por madrugar y hacer senderismo.  

Ni siquiera la pandemia fue impedimento para seguir visitando la montaña durante los días de confinamiento obligatorio, pues en esos días salía solo y se las arreglaba para llegar a su destino. 

Recuerda que en varias ocasiones se disfrazó de campesino y pasó desapercibido por los puestos de control que vigilaban el cumpliento de las restricciones que impedían el libre desplazamiento.

Actualmente sigue haciendo senderismo y fotografiando sus recorridos. Lo hace acompañado de un nutrido grupo de amigas y amigos que cada domingo se dan cita para disfrutar de la naturaleza y los paisajes que les ofrecen las montañas de la capital musical. 

Cifra

$12.000

fue el costo de su primera cámara fotográfica en 1979. 

Dato

Comenzó con el senderismo en 2012 y desde entonces no ha parado de recorrer las montañas de Ibagué cada fin de semana. 

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