“El riesgo es aprobar una reforma sin contar con los recursos para ese propósito”
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No es un secreto que una de las mayores piedras en el zapato para la Reforma a la Salud es que aún no hay claridad sobre cuánto costaría ni de dónde saldría la plata para su implementación. En esta, la segunda entrega de Salud en Consulta explicamos cómo se financia actualmente el Sistema de Salud y cómo sería si se aprueba la reforma.
¿En qué se usa la plata?
Estos recursos se usan principalmente en la prestación de los servicios de salud en los regímenes Contributivo y Subsidiado.
-En el Régimen Contributivo están las personas con capacidad de pago: trabajadores formales e independientes, sus familias y los pensionados.
-En el Régimen Subsidiado están quienes no cuentan con la posibilidad de aportar recursos económicos al sistema
¿Quién maneja actualmente la plata de la salud?
La plata está a cargo de la Administradora de los Recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud – ADRES -. Su propósito es garantizar el adecuado flujo de los recursos y un manejo eficiente y transparente de los mismos.
La Adres debe pagarles a las Entidades Promotoras de Salud (actuales EPS) un valor anual por cada uno de los afiliados al sistema, para cubrir la prestación de los servicios que necesiten dentro del Plan de Beneficios en salud (PBS), que anteriormente se conocía como el Plan Obligatorio de Salud (POS), tanto en el régimen contributivo como en el subsidiado.
A su vez, las EPS les pagan a los demás prestadores de servicios como exámenes, medicamentos, procedimientos. Si se aprueba la reforma los recursos serían administrados en su totalidad por la Adres y esta les pagaría directamente a todos los prestadores. Las EPS ya no asumirían la gestión integral de los riesgos y recursos de la salud; tarea que estaría en manos del Estado, sin que hasta el momento haya claridad de qué entidades deberían asumirlos.
Y si se aprueba la reforma, ¿de dónde saldría la plata?
De acuerdo con el análisis que han realizado diversos expertos, entre ellos el exministro de hacienda, José Manuel Restrepo, “Nadie tiene certeza sobre de dónde saldrá la plata para cubrir estos retos, ni tampoco quién será el responsable de administrar los recursos y responder por su manejo”. A la fecha no se tiene precisión por parte del Ministerio de Hacienda sobre cómo va a financiar ni cuál es el costo de esa reforma. Las cifras más recientes sobre el costo de la reforma hablan de estimados de entre $100 y $114 billones para el período 2023- 2033. Sin embargo, no hay una cifra cierta.
¿Qué tendría que financiar la reforma?
Además de atender las necesidades actuales del sistema, la Reforma a la Salud planteada requiere de recursos muy importantes para los grandes retos, pero no hay valores confirmados de lo que podrían costar.
• Los Centros de Atención Primaria en Salud –CAPS- a los que iríamos los colombianos para recibir atención inicial, necesitarían cerca de $17 billones en los próximos 10 años, para su adecuación y funcionamiento.
• La formalización de los trabajadores de la salud, es decir la incorporación formal de cerca de 43 mil
trabajadores operativos y 80.860 personas de apoyo al sistema de salud, podría costar $9 billones.
• La adecuación del sistema hospitalario y su red de urgencias estaría financiada con recursos del SOAT y del impuesto sobre armas y municiones.
La voz del experto
José Manuel Restrepo, Exministro de Hacienda y exministro de Comercio
Como está planteada, la Reforma a la Salud no resuelve el problema de sostenibilidad financiera del sistema en Colombia.
Creo que, por el contrario, puede empeorarlo. He señalado en diversas ocasiones que es imposible aprobar una reforma que no tiene el aval fiscal del Ministerio de Hacienda.
Esto representa un peligro enorme para la salud de los colombianos en la medida en que la calidad de los servicios y de la atención que pueda prestárseles depende en gran parte de la seguridad en torno a que existan los recursos para ello.
En este momento, tampoco se sabe si va a funcionar o no la gestión financiera del riesgo, lo cual puede representar un costo significativo, ni cómo va a funcionar la gestión operativa del sistema que también acarrea costos adicionales.
Por lo tanto, puede haber costos oculto que pueden llegar a ser significativamente altos y podrían terminar en una problemática mayor de financiamiento a la que tiene el sistema actualmente.
El riesgo es aprobar una reforma sin contar con los recursos disponibles para ese propósito.