IBAGUÉ. Una noche de rumba para tres jóvenes terminó en una velada de terror, porque uno de ellos fue asesinado en una calle del barrio Portales del Norte, sector El Salado.
Miguel Arévalo Rubio llegó a una discoteca cerca al parque principal de El Salado donde estuvo con un pariente y otros amigos hasta las 3:00 de la madrugada de ayer.
Uno de las personas que iba con Arévalo le contó a Q’HUBO: “Salimos a la vía principal a buscar taxi, pero nos tocó caminar porque no pasaban”.
El testigo aseguró que los tres le coquetearon a una mujer que caminaba con otro grupo de personas entre ellos cuatro hombres que reaccionaron y pelaron con ellos. La Policía llegó y dispersó a todos.
El pariente de Arévalo aseguró que uno de los sujetos con los que se golpearon le hizo una señal con la mano, lo que significaba una amenaza.
Los tres siguieron su camina y cuando estaban cerca al barrio Portales del Norte vieron una moto y corrieron porque eran los mismo con los que minutos antes habían discutido.
Dos de los ‘pelaos’ lograron encontrar un escondite, pero Arévalo se perdió y fue alcanzado por los ‘gatilleros’ que le propinaron varios impactos y escaparon.
Algunas personas salieron y vieron tendido en el piso al muchacho quien murió.
Su amigo lo mató
Wilmer Oliveros Parra, de 28 años de edad, fue asesinado en el sector La Punta, de la vereda Los Cauchos parte baja, corregimiento de El Totumo, a las afueras de Ibagué.
Oliveros estaba en un establecimiento con un residente de la vereda Limoncito, donde tuvo una discución con el hombre, al parecer por celos.
Uno de los testigos del crimen manifestó que Oliveros colocó su mano en el machete que tenía en la cintura y no lo sacó. Pero el homicida sí sacó su arma de fuego y le disparó en la cabeza. El homicida tenía su moto en el lugar, escapó en ella, y por ahora no se conoce su paradero. El cuerpo de Oliveros Parra sería llevado a Chaparral de donde era oriundo.
Apuñalado en el corazón
Josué Gilberto Henao Vanegas, de 22 años, murió luego de estar cuatro días en la Clínica Tolima donde llegó el martes en la noche. Henao Vanegas fue atacado por otro individuo, al parecer consumidor, cuando estaba en el barrio Independiente.
Su mamá, Yolanda Henao, le dijo a Q’HUBO, que a su hijo lo habían podido salvar, “pero por negligencia de Caprecom no lo remitieron para que lo examinara un cardiólogo. Henao Vanegas recibió una puñalada en el corazón.
Los parientes piden a las autoridades que capturen al homicida. Aunque el joven tenía problemas de consumo de alucinógenos, siempre llegaba a la casa de su familia en el barrio Claret.