Esta semana iniciarán en el país las pruebas piloto para la celebración de misas y otros cultos. Los municipios que no tienen registrados casos de coronavirus en su territorio podrán, gradualmente, ir solicitando la reapertura de los lugares de oración.
Por ese motivo, la Conferencia Episcopal de Colombia dio a conocer el protocolo de bioseguridad que aplicará la Iglesia Católica en sus espacios. El Gobierno ha dicho que las pruebas se realizarán en Pereira y Salento.
El documento contempla procedimientos de higiene y prevención para antes, durante y después de la celebración, y específica los elementos de protección y control con los que debe contar cada parroquia, como señalización, gel antibacterial con al menos 60 % de alcohol glicerinado, hipoclorito, guantes de látex, tapabocas, entre otros.
Antes de iniciar cada eucaristía, los párrocos deberán asegurarse de la desinfección general del lugar y los elementos de culto, de hacer una inscripción previa de los fieles que asistirán para que el aforo no supere las 50 personas, garantizar un control a la entrada, diligenciar una planilla con los datos de los asistentes, medir la temperatura a cada uno y asegurar que quienes ingresen sigan los pasos de higiene señalados en el protocolo.
Durante la celebración, los templos deberán tener ubicaciones y rutas demarcadas para asegurar los dos metros de distancia entre cada persona. Asimismo, un solo ayudante podrá manipular, además del sacerdote, los elementos de la celebración.
Después de cada misa, las parroquias tendrán que organizar la logística para la evacuación del templo sin que ocurran aglomeraciones, garantizar la desinfección del recinto y reabastecerse de los elementos de bioseguridad.
De igual forma, se deberá capacitar a los asistentes del templo para que ayuden en cada etapa del proceso. Estas personas deberán dominar a fondo el protocolo de bioseguridad y tener nociones frente a los síntomas de la enfermedad.
Hay, además, cambios en algunos ritos: de acuerdo con la Conferencia Episcopal, a partir de ahora se recomienda no dar la paz, sino reemplazar este símbolo por algún otro que no implique contacto físico. De momento, tampoco estará permitida la presencia de menores de edad en las eucaristías, por lo que no habrá participación de monaguillos.
El protocolo, por supuesto, también da indicaciones para los sacramentos. Si usted, por ejemplo, va a realizar un bautismo, tenga en cuenta que el agua no se puede reutilizar, que no puede haber contacto físico con el bautizando y que la unción se tiene que hacer con un algodón. O si se va a casar, sepa que en la ceremonia solo puede haber una pareja. Además, las argollas solo deben ser manipuladas por los contrayentes.
Más allá de los detalles, el padre Euclides Eslava, director del Departamento de Teología de la Universidad de la Sabana, explicó que el regreso a los templos es importante, pues “mucha gente ha manifestado la necesidad de la apertura, pues ya son cuatro meses sin la Eucaristía ni la confesión. También es una cuestión de salud pública pues tiene impacto en la buena convivencia”.
Por su parte, la Presidencia de la República informó que viene trabajando para garantizar que los pilotos de reapertura en municipios sin casos de covid-19 reportados, se haga siguiendo los lineamientos establecidos para tal fin.
En su cuenta de Twitter, el consejero presidencial para las Regiones, Federico Hoyos, publicó imágenes de su recorrido por el Eje Cafetero, una de las zonas elegidas para realizar las pruebas piloto, en donde revisó con las entidades territoriales el cumplimiento de requisitos. “En Salento empezará el plan de reapertura. Empezamos esta nueva fase con la ilusión y la esperanza de un país que empieza a dar un paso adelante”, manifestó.