Con miedo, así permanecen día y noche los habitantes de la vereda Pico de Oro, situada en el Cañón del Combeima. Temen que las aguas del río Combeima se salgan de su cauce y se lleven sus viviendas y de paso sus vidas. Cada vez que llueve con fuerza, el afluente coge un nuevo rumbo y el agua con palizada, barro y piedras llega hasta la bancada, arrastrando todo a su paso.
El problema
El lunes al amanecer, los habitantes de la finca El Rocío, como pudieron sacaron a los niños, adultos mayores y animales de la morada al ver que el río Combeima se había crecido y llevado parte de los potreros. Además, estaba a punto de entrar a la casa.
Gracias al aviso de sus vecinos en Juntas y Villarestrepo, lograron salvaguardarse a tiempo de la fuerza con la que bajaba el río. Sin embargo, esto fue una alerta del peligro que enfrentan. La banca está a punto de derrumbarse porque el agua busca su cauce.
Iniciando la semana, el río alcanzó a salir a la carretera principal y se llevó una parte de la misma.
«Bajó una avalancha como a las 3 de la madrugada que ingresó al predio. Estamos en zona de riesgo. En la tarde noche vino personal de Cortolima, pero no nos dieron ninguna solución. En estos momentos, ni la Alcaldía, Gobernación, ni Cortolima han hecho algo», señaló Yulieth Mondragón.
Según los residentes, las entidades ‘se tiran la pelota’, pero ellos siguen con el problema. Temen que cuando crezca el río, se lleve sus casas.
«La única solución cercana que hemos tenido fue que el ingeniero contratista, que está encargado de la obra en la vía con el señor de la planta de energía que se encuentra en Pastales, nos facilitaron una máquina para organizar el cauce y que se alejara de la casa, y también siguiera el proceso de generar energía en la zona», afirmó la ciudadana.
Petición
Anderson Solórzano, toda su vida ha residido en el Cañón del Combeima y también se ha visto afectado. Solicitó a la Administración municipal maquinaria para realizar mantenimiento en el sector: «El río Combeima perdió el cauce e hizo uno nuevo que se puede llevar la banca de la carretera principal que conduce de Pastales a Juntas. Pedimos que nos manden una máquina para hacer que el río vuelva a coger el cauce», refirió Solórzano.
Y agregó que no quiere que se repita la tragedia de hace 50 años, cuando hubo una avalancha en la zona que afectó a la vereda, los dejó incomunicados y arrastró varias casas.
