Cinco años completó la familia Pérez Bocanegra luchando para que se autorice la demolición del muro que construyó el empresario Henry Escobar frente a su predio ubicado sobre la vía Picaleña. Aunque ya hay un fallo a favor de los afectados, la orden no se ha hecho efectiva.
Un ‘enemigo’ silencioso
El 15 de septiembre de 2015 es un día que nunca olvidará la familia Pérez, debido a que en esa fecha y sin previo aviso les construyeron un muro frente a su vivienda. Desde entonces, los afectados han adelantado distintos trámites para que su vecino, el empresario Henry Escobar, desista del interés que tiene sobre el predio y destruya la estructura.
“De un momento a otro Espacio Público permitió la construcción de ese muro y nosotros instauramos una tutela, pero no funcionó. Intentamos de distintas maneras y el proceso se quedaba quieto en el camino, sin explicación. Nos hemos apoyado de tres abogados y por fin logramos comprobar que sí hay que tumbarlo, ya hay una sentencia, pero hasta el momento no se ha hecho efectiva”, aseguró Vida Stella Pérez Bocanegra, quien desde hace 60 años reside en la vivienda ubicada sobre la carrera 48 Sur número 106 – 71, del kilómetro 4 de la vía Picaleña.
La familia no solo se quedó encerrada en medio del concreto, también tuvo que presenciar que le instalaran unas vallas publicitarias, las cuales también son requeridas para el desmonte. Después de tener un gran solar en su vivienda cubierto con una malla, los residentes, en su mayoría adultos mayores, quedaron reducidos a una pequeña puerta. “Que porque es un empresario con poder nos han burlado nuestros derechos y las cosas no deben ser así. No queremos vender nuestra propiedad, ni tampoco llegamos a ningún acuerdo con ese señor para permitir tal invasión.
“Pedimos que se cumpla lo pactado en la sentencia y que se recupere ese espacio público que nos permite la visibilidad del frente de nuestra casa”, argumentó la señora, quien también tuvo que limitar su economía porque tenía un pequeño negocio en su casa, pero ante el encierro, los clientes no llegan con la misma frecuencia de hace algunos años.