IBAGUÉ. Una familia conformada por papá, mamá e hija menor de edad resultaron con quemaduras de segundo grado en sus cuerpos cuando el vehículo en el que se movilizaban se incendió. Los hechos ocurrieron en una estación de gasolina de Ibagué.
Historia. El domingo Carlos Andrés Ochoa salió con su esposa Lina Naranjo y su hija de cinco años, Sofía, desde su casa ubicada en el barrio Tulio Varón con destino al Cañón del Combeima a pasar un día de esparcimiento. Sin embargo, el plan familiar que tenían no se logró porque en el camino sufrieron un accidente que hoy los tiene en delicado estado de salud en centros médicos de alto nivel.
Antes de llegar a su destino, Ochoa se detuvo en la bomba Milenium de la carrera Segunda con calle 19, diagonal a la Terminal de Transportes de la capital Musical. “Él (Carlos) me comentó que iban entrando a la bomba a calibrar el vehículo porque se dirigían para el Cañón, y cuando iban a la mitad escucharon un ruido en el carro y se conflagró cuando estaban dentro de este”, contó Juan Javier Neira Mora, cuñado de Ochoa.
Las llamas consumieron el automotor de marca Chevrolet Swift de placa WTK 467 mientras que sus pasajeros fueron trasladados hasta el Hospital Federico Lleras Acosta, sede La Francia.
De acuerdo con el capitán Rafael Rico, comandante del Cuerpo de Bomberos Oficiales de Ibagué, “el conductor se encontraba tanqueando combustible. Para la extinción del mismo fue necesario movilizar dos móviles de la Estación Centro y seis unidades bomberiles.
“Al momento de la extinción una vez arribaron los bomberos al sitio, ya habían sido evacuados los tripulantes del vehículo a un centro asistencial porque sufrieron quemaduras”, refirió el comandante.
Ochoa, de 34 años y quien trabaja como conductor de un furgón que transporta alimentos de la empresa Industrias Aliadas, presenta afectaciones en su rostro y extremidades superiores. Por su parte, su hijita se quemó el 25 por ciento del cuerpo y ayer permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos de Pediatría y sobre el mediodía sus parientes esperaban la ambulancia para remitirla a la unidad de quemados del Hospital Simón Bolívar en Bogotá.
Lina Naranjo, quien es ama de casa y tiene 30 años de edad, fue llevada a Bogotá debido a las quemaduras que sufrió, mientras que su esposo esperaba la remisión a la Capital de la República.
Sus parientes esperan que los Ochoa Naranjo se recuperen pronto y agradecieron a las personas que se han unido en oración para pedir por la salud de sus seres queridos que hoy sufren dicha calamidad.
