IBAGUÉ. Tres niños y tres adultos, miembros de una misma familia, quedaron en la calle. El aguacero del martes, que causó estragos en Ibagué, hizo que un inmenso árbol cayera encima de su vivienda en el barrio Yuldaima. Según ellos, la calamidad, que pudo ser peor, estaba anunciada.
Luz Nelly Argüello, una mujer de 60 años, recordó que hacia las 7 de la noche del martes, estaba sentada en el sofá arrullando al menor de sus nietos, un bebé de 11 meses, cuando sintió un fuerte golpe en la cabeza. Era una piedra que se desprendió de un barranco debido a la caída de un árbol.
Recordó que en medio del susto y sin entender lo que pasaba, protegió al bebecito. Lo cubrió con su cuerpo hasta que las ramas, piedra y lodo dejaron de caer.
Vivo de milagro
La afectada, quien tuvo que ser trasladada a un centro médico donde le suturaron una herida grande en la cabeza, añadió que otro de sus nietos, el de dos años, está vivo de milagro.
“El niño estaba durmiendo en la habitación donde cayó la mayor parte del árbol. Las tejas y una parte de la pared quedó en el suelo. No entendemos cómo, pero el permaneció acostadito más de media hora hasta cuando quitamos esa cantidad de desechos y lo pudimos sacar. Gracias a Dios, estaba sano y salvo.
“Fue un milagro del cielo, si le hubiera pasado algo, la mamá y yo nos hubiéramos muerto de la tristeza”, refirió la señora.
Tragedia anunciada
Priscila Laso de Ruiz, propietaria de la vivienda, aseguró que durante años luchó para que Cortolima talara el árbol. Según ella, a simple vista se veía que estaba hueco y podrido. No obstante, nunca le ‘pararon bolas’.
Lo perdieron todo
La familia Argüello Laso necesita que los ‘buenos corazones’ les den una mano. Requieren reconstruir la vivienda y conseguir los enseres porque lo que ‘sobrevivió’ a la caída del árbol, la lluvia lo dañó.
Para donaciones
Lo más urgente es mercado, pañales y dos camas para los niños. ‘Los buenos corazones’ pueden llamar al 318 858 77 14 o 320 391 98 55.