Margarita María Londoño Polania
Psicóloga-Especialista
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La depresión es una enfermedad conocida como trastorno mental, actualmente aqueja a muchas personas afectando notoriamente su parte anímica generando tristeza, desconsuelo, abatimiento, cansancio, melancolía e infelicidad; Sentimientos que se asocian directamente a cambios bruscos en el comportamiento, este diagnóstico se ha convertido en uno de los más frecuentes en salud mental, requiriendo de atención primaria e inmediata.
Todos nos sentimos mal en algunos momentos de la vida por causa de distintas situaciones que enfrentamos, pero esto sucede en realidad en cortos periodos de tiempo a diferencia de padecer el trastorno depresivo, donde la tristeza y la frustración se apoderan continuamente alterando la vida diaria durante largos periodos de tiempo.
Los factores biológicos, psicológicos y sociales se ven implicados para desencadenar los episodios depresivos, a tal punto que, si no son tratados a tiempo por un especialista de salud mental, estos pueden parar en el suicidio. En muchos de los casos la familia del paciente hace caso omiso a los síntomas iniciales, dejando avanzar la enfermedad hasta que la persona toma la nefasta decisión de quitarse la vida, una vez esto sucede vienen los sentimientos de culpabilidad y arrepentimiento, pero desdichadamente es demasiado tarde y más aún cuando se pudo haber ayudado buscando el respectivo apoyo profesional.
Ayúdate a prevenir la enfermedad
La depresión puede estar presente en cualquier edad, género, raza o clase, no respeta estrato social cultural o económico, es decir, que no tiene exclusión alguna, por lo tanto, todos los seres humanos estamos expuestos a padecerla, de ahí la importancia de prevenirla antes de que aparezca.
Por ejemplo, reprimir los sentimientos y no expresarlos es ‘llenar la taza hasta que rebosa’, asimismo, vivir atrapado en el pasado contribuye a llevar consigo esa mochila llena de recuerdos negativos, que viene siendo lo mismo de cargar piedras que pesan demasiado impidiendo caminar más liviano. El exceso de pasado sumerge tanto que produce un coctel de emociones desagradables, las cuales llegan a un punto incontrolable de necesitar medicación.
Desde la crianza a muchas personas les han hecho ver la vida con unos ojos cargados de tragedia, los eventos traumáticos cobran un lugar muy especial en la mente y a causa de esto se presenta la dificultad para superar. El acumulo de tantas cosas negativas vividas conlleva a sentirse totalmente infuncional. Dar vuelta a la página no es tan difícil cuando se tiene la disposición de evolucionar, quedarse inmerso en lo que ya pasó, es vivir con el recuerdo latente de no haber sanado esas heridas que cavaron tan hondo en cualquier etapa de la vida.
El perdón así mismo y hacia los demás es tan necesario como respirar, aprender a soltar trae un gran alivio para el alma, quedarse en el ayer no tiene ningún buen resultado sabiendo que hay cosas maravillosas para disfrutar. Siempre habrá otras personas, oportunidades e infinitas posibilidades para ver las cosas desde otra perspectiva. Recuerda:
¡La vida tiene sentido, cuando se logra entender que vale la pena continuar!
Recomendaciones:
-Sácale lo positivo a todo, incluso a lo negativo que te pasa.
-Ten una alimentación sana.
-Practica actividad física mínimo 20 minutos diarios.
-Duerme 8 horas diarias.
-No te compares con nadie.
-Disfruta del momento presente.
-Desahógate con alguien de tu confianza.
-Perdónate y perdona a las personas que te han causado daño.
-Comparte momentos con personas positivas y divertidas.
-Aléjate de todo lo que te afecte.
-Pide ayuda profesional cuando sea necesario.
