IBAGUÉ. Varias personas denunciaron que fueron presuntamente agredidas por algunos uniformados de la Policía Metropolina, quienes llegaron a atender un caso de violencia intrafamiliar.
Diana Paola Romero, una de las denunciantes, le contó a Q’HUBO que la esposa de su cuñado le propinó dos heridas con un tenedor al hombre, y pasados unos minutos llegaron unos agentes en una patrulla.
“Mi hermano llegó y se sentó cerca donde estábamos todos y cuando miré el policía se fue a pegarle con la tonfa. Me metí en el medio, y le dije qué pasa señor agente porqué le va a pegar, él no tiene nada que ver”, contó Romero.
Según la mujer, el uniformado la insultó: “Me cogió el cabello, me pegó con el palo en la cabeza y me tiró al piso como si fuera un macho”.
José Sanabria (esposo de Romero) y Edgar Leonardo Romero (hermano) reaccionaron y se fueron contra el policía: “Mi hermano al ver que el policía no me soltaba lo tomó por el cuello y le puso una pierna en la espalda para que me liberara”.
El otro agente habría cogido a Sanabria y en medio del problema éste último le pegó al patrullero.
Una menor de edad llegó y le dijo a Romero que se fueran: “El policía le pegó con el palo a la niña en un brazo”.
En medio del problema, según Romero, un patrullero accionó dos veces su arma de dotación.
Víctima colateral.
Luz Marina Cárdenas vive en el primer piso y Edgar Romero en el segundo. Ella no tenía nada que ver en el problema, pero los vidrios, una moto y un televisor fueron averiados por las rocas. “Los policías lanzaron piedras a la casa y nos decían que a los muchachos los iban a cargar”. “Uno de los policías heridos me dijo, tranquila señora Luz Marina que nosotros le respondemos porque nos equivocamos”.
Dejé un documento en el Comando de la Policía con los vídeos y las fotos. Además, fui a la Defensoría del Pueblo.
Corrieron. Todos se fueron para el apartamento donde vive Edgar Romero: “Allá los policías lanzaron piedra en las ventanas. Se metieron a la casa y cuando intentaba abrir la otra puerta mis padres llegaron y mi papá fue el que calmó todo”.