Cerca de cuatro horas duró la audiencia en contra de Rosendo Ipuz Yara por el delito de feminicidio agravado, donde la víctima fue Edith Jazmín Arias Marín. La familia de la mujer sintió un alivio al escuchar que el juez lo envió a la cárcel y al saber que el crimen no quedará impune.
Caso
Mientras duró la diligencia judicial, los seres queridos de Edith Jazmín escucharon cómo esta luchó su vida. En sus uñas quedó la muestra más evidente en contra del sujeto, debido al forcejeo que tuvo con él, le alcanzó a rasguñar la cara y en sus maños quedó rastro del ADN de Ipuz Yara, el hombre que al parecer, se obsesionó con ella.
Nubia Andrea Arias, hermana de Edith Jazmín recordó que Ipuz Yara siempre fue el principal sospechoso de la muerte de su pariente: “Esa noche hubo mucha violencia contra mi hermana, el dictamen de Medicina Legal señala que ella tuvo muchos golpes en la cara y su cuerpo, hubo estrangulamiento porque tenía morados en el cuello y tuvo una puñalada en el pecho que le perforó el pulmón. Murió broncoaspirada”, indicó Arias.
El gusto y ‘amor’ que al parecer, sentía Ipuz Yara por Arias Marín se convirtió en una fatal obsesión. Hace más de ocho años, Jazmín habría conocido a su victimario, vivía a tres casas de la de ella en el barrio Inem y mantenía buscándola, sin embargo, esta no le prestaba atención.
Presuntamente, Ipuz permanecía pendiente de la ciudadana y era allegado a ella y a los hijos: “Tuvieron una relación pasajera, pero desde ese momento tuvo una obsesión demasiado por ella. En muchas ocasiones nos contó que la llamaba y la perseguía, quería saber a toda hora dónde estaba y con quién, era una de las primeras personas que llegaba a la casa tipo 6:00 o 6:30 a.m. a llevarle tinto y para saber cómo había amanecido”, indicó la pariente.
Ese comportamiento fue diferente el día de los hechos, porque no apareció como costumbre. Algo, que de inmediato levantó sospecha en la familia de Edith Jazmín, porque solo fue horas antes de las exequias:
“Cuando el CTI recogió el cuerpo de mi hermana no apareció, no estuvo presente, no dijo nada, el segundo día en la funeraria llegó y empezamos a hablarle y lo observé, percaté que tenía unos arañazos debajo del mentón y en los brazos, le pregunté que le había pasado, él me respondió que se había afeitado y cortado, para mí fue contundente que eran las marcas de unas uñas”, dijo Nubia Andrea.
Pero eso no fue el único indicio que la familia tenía en contra de Ipuz Yara, también el relato que le hizo a la hermana de la víctima, donde le señaló que él le había marcado a las 6:20 y 6:27 de la mañana, y Edith Jazmín le contestó el teléfono, pero a esa hora la mujer estaba muerta.
Aunque pasaron tres años del feminicidio de Edith Jazmín Arias Marín y la justicia estuvo estancada, motivo que llevó a los familiares a hacer una protesta frente al Búnker de la Fiscalía, Nubia Andrea agradeció a la entidad por la investigación y que el caso de su hermana no quedara en la impunidad. Según la señora, la demora fue la entrega del dictamen y cotejos por parte del instituto forense.
Rosendo Ipuz Yara no aceptó los cargos que le endilgó la Fiscal 11 Seccional de Vida, sin embargo el Juzgado Octavo Municipal de Control de Garantías le dictó medida de aseguramiento intramural.
Cifra: 49 años de edad, tiene Rosendo Ipuz Yara.