Está vivo de milagro

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IBAGUÉ. Cincuenta años de experiencia en la ‘rusa’, no fueron suficientes para que Marco Fidel Váquiro evitara el accidente del que fue víctima ayer, luego de que una pared que estaba reparando en la manzana 3 casa 3 de Villa Camila, vía a El Salado le cayera en cima, dejándolo por fortuna con heridas leves en el cráneo y brazos.

El maestro de 75 años de edad, explicó a Q’HUBO que estaba descimbrando (quitar molde) una canaleta cuando se derrumbó parte de la estructura: “Salté hacia adentro y me cayeron cuatro ladrillos sobre el estómago, sin mayores efectos”, aseveró.

“Cuando recibí los bloques de una vez me paré para retirar los escombros, pero no me dejaron los bomberos”, dijo con desconsuelo Váquiro, observando la obra colapsada ubicada en el tercer piso de la vivienda.

El abuelo presentó algunas heridas en el cuero cabelludo, al parecer por el impactos de algunas puntillas que se desprendieron. Así mismo tuvo contusión en la frente y algunas laceraciones en el codo derecho.

“Llevo 50 años en construcción, no entiendo qué pasó, nunca me había sucedido algo así”, recalcó.

Por su parte Marby Soto, propietaria del inmueble, quien llegó minutos después de acontecida la emergencia, narró que por fortuna no hubo víctimas y que las obras que se adelantaban era para techar el tercer nivel.

En el acontecimiento hicieron presencia Bomberos Oficiales, Voluntarios con su ambulancia y la unidades de Policía, quienes acordonaron, neutralizaron el peligro interviniendo la pared afectada y prestaron los primeros auxilios al abuelo herido.

Hubo fallas

En diálogo con Q’HUBO, Jaime Arbey Díaz, director del Comité Local de Emergencias, dijo que las causas del percance fueron: “Primero que todo, porque la persona que estaba a cargo de la construcción no tenía el conocimiento suficiente para desarrollar esos trabajos. Por lo tanto, no ubicó unas vigas de amarre en el tercer piso para una canal que construyó. Esto, sumado a que los materiales que usó estaban ‘quemados’ (no fueron hidratados adecuadamente), originó el desastre que afortunadamente no dejó víctimas”.

Para evitar que se repitan situaciones como estas, Arbey Díaz recomendó: “Hacer esta clase de obras con la normatividad vigente. La gente está creando castillos de naipe en el aire, y eso es preocupante, porque pueden generar una tragedia. Por eso hay que contratar gente calificada y con el visto bueno de la Curaduría Urbana”, puntualizó.

 

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