EFE
Con la incertidumbre de lo que ocurrirá en caso de derrota, pero con la seguridad que siente España en un estilo definido de juego, un sello innegociable, llega la hora de la verdad
para el proyecto del técnico Luis Enrique Martínez. En un Mundial, midiendo el gen competitivo ante una Marruecos convertida en revelación de Catar 2022, que sueña despierta con hacer historia.
Es la hora de España, la de enterrar experiencias negativas encadenadas en mundiales desde que tocó el cielo de Johannesburgo en el 2010. Han pasado 12 años y medio ya de su mayor éxito. Sin superar la barrera de octavos que traspasó en cinco de los ocho precedentes. Pocos en comparación con el resto de favoritas en Catar, pero no para asumir la responsabilidad del favoritismo ante Marruecos.
‘La Roja’ se medirá con la única representante del continente africano tras salir líder de un grupo con selecciones europeas del nivel de Croacia y Bélgica. Ninguna fue capaz de hacerle un solo tanto.
Solamente encajó ante Canadá (2-1) en un triunfo que le dio el liderato y la segunda presencia de su historia en los octavos de final de una Copa del Mundo. La primera en 1986, derrotada por Alemania. Es su cita con la historia. Apelando al componente emocional por encima incluso del futbolístico, con el apoyo mayoritario de una grada abarrotada de aficionados marroquíes por los apenas cinco mil que se esperan de España.
Siendo una de las favoritas, es la hora de que España demuestre lo que inició en la Eurocopa 2020, donde sembró una semilla futbolística que debería florecer en el Mundial de 2022.