IBAGUÉ. Sin la necesidad de hacer cursos y pagando millonarias sumas de dinero, personas pedían a escuelas de conducción de Girardot y Espinal que les tramitaran sus licencias de conducción. El proceso se efectuaba de manera ilegal. La Policía Nacional realizó varios operativos que llevaron a la suspensión de las academias.
Caso
Por seis meses la Superintendencia de Transporte suspendió de manera preventiva el Centro de Enseñanza Automovilística C.E.A. Auto Pijaos S.A.S. (de Espinal), pues esta entidad de enseñanza automovilística y otras llevaban un registro de asistencia alterado.
“Tomaban las huellas dactilares del alumno y procedían con parafina a tomar la copia y, posterior a eso, el estudiante no tenía que regresar”, señaló el general Carlos Rodríguez, director de la Policía de Tránsito.
Durante los allanamientos efectuados en la ‘Tierra de la Tambora’ y en la Academia de Automovilismo Colombia Sucursal Girardot, y centro de enseñanza automovilística C.E.A. Safety Car S.A.S., también de ese municipio, encontraron en las cocinas de esos establecimientos huellas dactilares, manos artificiales y nombres de personas que pagaban cerca de dos millones de pesos a los centros para que les certificaran los cursos de manejo sin haberlos llevado a cabo.
“Simplemente quitaban el chip de los vehículos que están debidamente autorizados, dosificaban en los celulares y tomaban el tiempo o las horas de conducción que supuestamente, adelantó el alumno”, añadió.
Según la Policía, las academias también expedían el servicio de tecnomecánica, el seguro obligatorio (Soat) y, en algunos casos, fabricaban placas de automóviles.