IBAGUÉ. Hace un año y tres meses, el boxeador Óscar Escandón afrontó su más reciente combate, el cual le dejó como resultado una dolorosa derrota. Después de esa caída, la tercera que sufrió en línea, el tolimense anunció su retiro.
Sin embargo, tras dialogar con su familia, decidió echarse para atrás en esta decisión y optó por continuar entrenando, esperando por una nueva oportunidad para tratar de resurgir como el ‘Ave Fénix’, de entre las cenizas.
Y esa oportunidad se le acaba de dar, con una pelea que quedó pactada para el próximo 21 de diciembre en el Toyota Arena de Ontario, Estados Unidos. Allí, el deportista de la ‘Tierra Firme’ intentará ganarse el derecho de pelear por un título.
Para hacerlo, deberá derrotar a Jhack Tepora, un filipino 10 años menor (24), cuya hoja de vida profesional es impecable, toda vez que ha ganado las 23 peleas que encaró hasta el momento, con un total de 17 nocauts.
Sin embargo, esta no es una situación que le preocupe al crédito del barrio El Refugio, ya que le aseguró a esta redacción que se ha venido preparando de la mejor manera, enfocado en las debilidades que lo llevaron a caer en una mala racha.
“Yo vengo entrenando juicioso desde agosto. Hace poco me llamaron y me ofrecieron la pelea, y de inmediato acepté. Mi apoderado venía buscando un buen combate, y lo consiguió, ante un rival que está invicto”, refirió Escandón.
Y agregó: “Este duelo significa mucho porque es eliminatorio. El vencedor tendrá la oportunidad de retar a un campeón, en el Consejo Mundial de Boxeo (CMB)”.
Óscar contó que “luego de mi derrota el año anterior, duré cuatro meses quieto. Quería pasar tiempo con mi familia, y mientras lo hacía, mi esposa me dijo que no me rindiera, que volviera, pero cambiando muchas cosas”.
Por lo tanto, dijo que “empecé a mirar los videos de los combates que perdí, y noté que estuve peleando muy parado. Ese no es mi estilo, yo siempre me he movido y lanzo muchos golpes. Eso lo he trabajado para recuperarlo”.
Los 15 meses lejos del ring no lo ve como algo negativo. “Estar todo este tiempo alejado de los cuadriláteros me ha permitido madurar en muchos aspectos. No me parece algo malo, al contrario. Reflexioné mucho, entendí que cometí bastantes errores, y ahora estoy listo para volver a la cima”, sostuvo.
El deportista ‘Pijao’ confesó que “en esta ocasión me ayudó mucho el entrenador Raúl Ortiz. Yo le pedí que me asesorara, y me envió unos entrenamientos, como los que yo hacía con él cuando estaba en Ibagué.
Confío en que todo esto sirva para ganar el próximo 21 de diciembre y así cerrar muy bien el año, y soñar con un 2020 exitoso. Aquí me juego el todo por el todo. No puedo volver a perder. Es ahora o nunca”, puntualizó.
