IBAGUÉ. Un hecho de sangre ‘sacudió’ y sembró zozobra entre los pobladores de Rovira, por la forma en la que fue cometido y la ‘frialdad’ de sus responsables. Se trató de un doble homicidio que tuvo lugar en una apartada vivienda en una vía terciaria que conecta con otro municipio del Departamento.
En detalle. Un par de sujetos que portaban armas de fuego llegaron hasta la vereda La Reforma de Rovira, ubicada a una hora y media de distancia del casco urbano del municipio, en la vía que conduce al corregimiento de Playa Rica, jurisdicción de San Antonio, con el propósito de finiquitar un ‘macabro’ plan.
De acuerdo con el informe policial a eso de las 8:00 de la noche los sujetos ingresaron a una vivienda con capuchas para ocultar sus identidades. En el predio, donde permanecían tres personas, los ‘gatilleros’ sin pronunciar palabra buscaron a Ehisner Franco Giraldo, de 26 años de edad, y le propinaron dos disparos en la cabeza, por lo que la víctima falleció de forma instantánea. Después le segaron la vida a Esneda Ramírez Tafur, de 38 años de edad, con un ‘balazo’ en la cabeza.
Al parecer, el doble homicidio fue presenciado por Andrés Campos, hijo de la occisa, quien corrió con mejor suerte ya que huyó por la parte trasera del lugar con el objetivo de buscar refugio en las casas aledañas, por lo que se hizo ‘inalcanzable’ para los delincuentes, que huyeron sin dejar rastro de su camino.
Hipótesis. La Policía Detol pudo constatar que a Franco Giraldo lo conocían en la zona con el apelativo de ‘Caquetá’, toda vez que era natural de tal Departamento y había llegado a Rovira hace dos años, pues era denominado como un ‘andariego’. En suelo tolimense se desempeñó como recolector de café por temporadas.
Por su parte, las redes sociales se ‘llenaron’ de mensajes de condolencia para la familia de Ramírez Tafur, quien al parecer, era bastante conocida en el municipio.
La hipótesis del doble asesinato no es clara, sin embargo las autoridades investigan si el hecho de sangre estaría relacionado con un posible tema pasional.