Una fuerte polémica generó en las últimas horas la eliminación del requisito de presentar una prueba PCR negativa para quienes quieran volar al país. La nueva determinación se estipula en la resolución 1972 que establece que a partir de ahora solo se negará el abordaje a personas con síntomas respiratorios o a aquellos que no hayan diligenciado el registro en la aplicación Check-Mig.
Una de las primeras en reaccionar fue la alcaldesa de Bogotá, Claudia López. La mandataria aseguró en sus redes sociales que la decisión es un error y un riesgo innecesario que echa a perder los esfuerzos en el manejo y el cuidado de la pandemia en Bogotá y en el país.
Según López, el transporte aéreo o el turismo no se reactivan “trayendo indiscriminadamente a pasajeros sintomáticos y contagiados”. La alcaldesa también criticó que el Ministerio de Salud no haya realizado el rastreo y el cerco epidemiológico con el que se comprometió cuando se reabrió el Aeropuerto el Dorado.
Pero, ¿por qué se toma esta medida de eliminar la presentación del resultado negativo de la prueba PCR? ¿Qué riesgos representa esta decisión?
Según la resolución del Ministerio de Salud, luego de un mes y medio de la expedición de esta medida se analizó su pertinencia y se determinó que no se tiene capacidad para identificar la autenticidad del resultado por la heterogeneidad de los lugares de donde proviene la prueba.
Pero sobre todo, la decisión se adoptó debido a un concepto emitido por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que no recomienda la realización de pruebas a viajeros internacionales como una herramienta efectiva para mitigar la propagación del covid-19.
Según la OPS, “un resultado seronegativo para la infección por SARS-CoV-2 en una muestra recogida antes del inicio de un viaje internacional no garantiza que la persona no tenga la infección”.
Aseguran que existe la posibilidad de que un viajero esté en las fases iniciales de incubación del virus, por lo que puede no tener cantidades detectables al momento de la muestra, llevando a un resultado negativo. Además, afirman que un viajero puede contagiarse en el periodo comprendido entre la toma de la muestra y el comienzo del viaje, o durante el viaje o después de su llegada, por lo que el resultado negativo no es del todo confiable.
“Este resultado seronegativo puede generar una falsa sensación de seguridad tanto para los viajeros internacionales como para las autoridades nacionales en el lugar de destino y, en última instancia, ser la causa de que se cumplan de una manera menos diligente las medidas de higiene de las manos y las precauciones al toser o estornudar, el distanciamiento físico y el uso de equipos de protección personal”, dice la OPS.
La OPS también estipula que la toma de la prueba del covid-19 como una medida para viajar supone de igual forma otros desafíos operativos y otras implicaciones logísticas y económicas que pueden llevar a la población a desistir de realizar determinados viajes.
Además, recomiendan que la capacidad de pruebas de cada país se priorice en poblaciones o grupos de alto riesgo, más que en viajeros aparentemente saludables.
“En muchos países no hay suficientes recursos para realizar pruebas a las personas que deben ser priorizadas porque muestran síntomas compatibles con la covid-19, y en un contexto de este tipo, los viajeros no son una prioridad”, asegura el concepto de la Organización.
Entonces, ¿es peligrosa la medida? Según explicó el epidemiólogo y doctor en Salud Pública, Luis Jorge Hernández, las medidas de cierre de los aeropuertos y las estrategias de pruebas para viajeros fueron efectivas en un inicio porque el país estaba en una fase de contención, es decir, que estaba tratando de evitar la entrada del virus a Colombia, pero ahora el virus circula y ya se extendió por todo el territorio.
“No es por los viajeros que va a aumentar la pandemia. El virus ya está adentro. Antes era porque estaba llegando, los primeros casos fueron viajeros, pero ya no, el virus ya está aquí, trancarlo en el aeropuerto no tiene mayor efecto”, explicó.
Así mismo lo aseguró el viceministro de Salud, Alexander Moscoso, quien afirmó que ya hay una transmisión comunitaria y que hoy los factores de riesgo son las aglomeraciones, quitarse el tapabocas o no mantener el distanciamiento social.
En palabras del viceministro, “ya no se puede poner una reja cuando el problema se tiene adentro”, pues el virus está en todo el país e incluso a dos metros de los ciudadanos.
Según Moscoso, la medida se toma además porque Colombia ya tiene mecanismos más confiables de seguimiento como el Centro de Rastreo de la línea 19000.
“Hacer un seguimiento es una medida mucho más segura, es una medida protectora y es una medida que recuerda a todos que estamos en pandemia y que tenemos que cuidarnos en este momento. La prueba es un mecanismo válido pero el seguimiento de síntomas, el seguimiento a medidas, el uso del tapabocas, el distanciamiento y el lavado de manos son las medidas que minimizan el riesgo de enfermarse”, afirmó en diálogo con Caracol Radio.
Para Hernández, esta medida no representa un mayor riesgo para la situación del virus en Colombia, pues no realizar la prueba no significa que no se hará nada para el control de viajeros. Según él, la clave será que se realicen las cuarentenas preventivas, que se haga el estricto seguimiento de los viajeros y que cada uno sea responsable en el cumplimiento del distanciamiento social, el uso del tapabocas y el seguimiento de las medidas de higiene.
Según el experto, Colombia no puede incurrir en un sistema epidemiológico que se base únicamente en las pruebas para que la población sienta que se toman medidas. Al contrario, el sistema debe estar basado en la prevención y en que toda la población, tanto la que llega como la que circula en el país, se comporte como si tuviera el virus del covid-19.
Afirma además que las pruebas solo estaban dando falsas sensaciones de seguridad y que estas no sirven para medir población asintomática, que según los datos, solo da positivo entre el día sexto y el día once, por lo que la prueba negativa no es sinónimo de seguridad.
Pero no todos los expertos están de acuerdo con la decisión. El Colegio Médico de Bogotá se expresó afirmando que se está poniendo en riesgo a la población en general y que, mientras en el mundo se están tomando medidas preventivas y restrictivas frente a los nuevos brotes, en el país no pasa lo mismo.
En ese mismo sentido se expresó Dionne Cruz, presidenta de la Asociación Colombiana de Salud Pública, quien le dijo a COLPRENSA que con la eliminación de la prueba PCR se está incurriendo en un error.
“No se entiende cuál es el sentido que busca, la racionalidad o el criterio científico que nos conduce, en un entorno y en un contexto tan grave y tan delicado como el que tenemos aquí, a eliminar esa prueba negativa y a exponer a la gente no solamente al contagio sino a las nuevas cepas que ya están también identificadas”, afirmó.
Según Cruz, en otros países europeos la medida incluso es de restricción definitiva de ingreso para personas provenientes de países donde hay una circulación comunitaria fuerte y donde el comportamiento de los contagios es ascendente.
Cruz afirmó que con esta medida se está poniendo en riesgo a la tripulación de los vuelos, a los pasajeros aéreos que pueden viajar con una persona contagiada y en general, a la población del país. Además, aseguró que la estrategia de seguimiento de Colombia no será suficiente para la vigilancia de los viajeros que ingresen.
“La estrategia PRASS, si bien es una estrategia muy valiosa, no es una estrategia extendida a nivel nacional, la cobertura todavía no es plena. Las EPS no están haciendo ese control ni siquiera en grupos de riesgo al interior del país, mucho menos van a hacer ese control con personas provenientes de otras naciones”, enfatizó.
Mientras la Asociación y otros grupos médicos piden restablecer la medida de la prueba PCR, Hernández y otros expertos como Isabel Rodríguez, epidemióloga colombiana de la U. de California, y Andrés Vecino, profesor de la Escuela de Salud Pública de la U. de Johns Hopkins, apoyaron la medida, pues desde el punto de vista epidemiológico, hay un riesgo relativo menor en el tránsito internacional que el que existe actualmente con la transmisión doméstica.
Por eso, afirman, la clave ahora es fortalecer la vigilancia epidemiológica de quienes llegan al país y hacer el respectivo y juicioso seguimiento a los viajeros, pero también, según explicó Hernández, se debe realizar una tarea educativa e informativa importante en las terminales de viajes respecto a las medidas clave para prevenir el contagio y sobre la importancia de controlar los aforos, evitar las aglomeraciones, usar el tapabocas y guardar la distancia social.