Norma Bejarano. Psicóloga – Sexóloga.
Instagram @normasexologia020
Cuenta la historia que Salvador Dalí, el prestigioso pintor español, además de preciarse de su pene pequeño, al que cariñosamente le decía «mi pequeño bolígrafo», era confeso adepto de la masturbación.
También aseguraba padecer de «impotencia» (disfunción eréctil), sumándole una aprensión voraz por el coito, el cual se lo atribuía a la castradora educación sexual del padre. Según sus revelaciones, su progenitor le «enseñaba» con libros de medicina, mostrándole imágenes purulentas de ITS (infecciones de transmisión sexual), lo que con el tiempo generó pánico y dificultades en su erección, al punto de desarrollar una fobia potente al acto sexual penetrativo. Este bloqueo le impidió hacer el amor con Gala, su esposa y con otras. Todos esos miedos se reflejaron en sus cuadros.
¿Qué es la Erotofobia?
Aunque para la mayoría de las personas el sexo sea una de las maravillas del mundo y uno de los más importantes placeres, para otras es gran fuente de tirria y angustia, lo que encajaría dentro del diagnóstico de los trastornos de ansiedad. La Erotofobia es ese miedo irracional hacia todo aquello que tiene que ver con el sexo, la sexualidad y su despliegue, eróticas o prácticas incluidas. Entre causa y efecto no hay ni un atisbo de pensamiento racional, sino que se presenta una directa reacción y urgencia por la eliminación del estímulo fóbico o lo que la genera. Las personas con fobia sexual pueden experimentar altas dosis de terror a cualquier evento de tipo sexual o a la posibilidad de interactuar con el otro.
Existen ‘clasificaciones entretenidas’ de fobias al sexo no registradas en manuales clínicos, pero que al reunir ciertos criterios y para su correcto diagnóstico e intervención pueden ubicarse dentro las fobias situacionales o concretas. Así las cosas, las personas que le tienen miedo al coito, como Dalí, podrían adolecer de genofobia o coitofobia: temor irracional a las relaciones sexuales con penetración.
Otros pueden presentar gimnofobia: miedo a la desnudez. Si usted huye a mil por hora, de las eróticas alternativas por considerarlas «perversas», tal vez presente, parabofobia. Si pocón de acariciar o esquiva cuando lo tocan físicamente, tal vez sea, hafefobia. Si besar se le da como una escena del ‘conjuro’, deberá consultar por filematofobia. Si le aterra en mayúsculas, contagiarse de una ITS, su fobia podría ser la cipridofobia. Y largo etcétera.
Síntomas de las fobias sexuales
En la fobia, la ansiedad y el miedo son desproporcionados e incapacitantes. Los síntomas pueden variar según la situación que provoque la reacción fóbica. Los más evidentes son la ausencia de la actividad sexual; la evitación y angustia por la misma; miedo excesivo a todo lo que le recuerde el sexo: objetos, pensamientos, personas, o situaciones íntimas en las que cree o anticipa que puede ser juzgado, humillado, avergonzado o amenazada su integridad.
Otros síntomas son: conductas de huida, hiperventilación, hipersudoración, boca seca, desconcentración, tensión muscular, aumento de la frecuencia cardíaca.
Causas y tratamiento
La futilidad y el espectáculo con el que es presentado el sexo en la actualidad puede generar muchas inquietudes y temores por el mismo. Generalmente las causas de estas fobias se dan por aprendizajes asociativos (desde la infancia), especialmente por sucesos traumáticos; malas experiencias en el ejercicio de la sexualidad; dificultades en los diversos procesos de sexuación; educación sexual deficiente; distorsiones cognitivas, y complejidades.
Los tratamientos pasan por la psicoterapia, la terapia cognitivo conductual, las terapias de exposición progresiva, y las diversas técnicas empleadas en el abordaje clínico, adobadas por múltiples herramientas educativas para sujetar estos acontecimientos. En casos más graves se acompañan de fármacoterapia.
“La futilidad y el espectáculo con el que es presentado el sexo en la actualidad puede generar muchas inquietudes y temores por el mismo”.
“En la fobia, la ansiedad y el miedo son desproporcionados e incapacitantes. Los síntomas pueden variar según la situación que provoque la reacción fóbica”.
“La Erotofobia es ese miedo irracional hacia todo aquello que tiene que ver con el sexo, la sexualidad y su despliegue, eróticas o prácticas incluidas”.