«La gran medicina de la Montaña de Tres Picos se encuentra en el cuerpo de la mujer y se compone de tres jugos o esencias: Uno en la boca de la mujer, otro en sus pechos, y el tercero, pero más poderoso, en la Gruta del Tigre Blanco, que está en El Pico de la Seta Púrpura». Octavio Paz.
Si para el poeta, la gran medicina se encuentra en el cuerpo de la mujer, específicamente en el «Pico de la Seta Púrpura», supongo que en su lenguaje coplista se refiere a los genitales y más directamente al clítoris, ¿por qué aún tantos hombres son reacios a practicar sexo oral a la mujer?
¿Qué es cunnilingus?
El origen de la palabra cunnilingus se encuentra en el latín, procede del término ‘cunnus’ que significa vulva y ‘lingus’ que significa lengua. Si no lo ha pillado, cunnilingus, es una modalidad de sexo oral y consiste en lamer, besar, chupar, saborear, catar, los genitales femeninos, concretamente los externos, vulva y glande del clítoris.
Reivindicando la erótica oral
Cuentan que la emperatriz, Wu Zetian, de la Dinastía Tang, única mujer en la historia que ha gobernado China; no soportaba que hubiese que rendirle honores orales al asta masculina, por lo que durante su gobierno prohibió la felación y decretó una práctica que según ella enaltecía a la mujer: el cunnilingus. No se sabe si el manifiesto era sólo para su beneficio, pero le ordenó a sus dignatarios, embajadores, y a todo el que pisara el palacio gubernamental a realizarle sexo oral digno de una mandataria. Los placeres orales de la Wu, no fueron los únicos que dejaron gemidos de gozo en la historia. En varias partes del mundo y hasta en el «Cantar de los Cantares», se habla de esta húmeda y orgásmica erótica.
Entonces, ¿por qué hay hombres reacios al sexo oral?
De entrada hay una causa para evitar el sexo oral y es la falta de maestría de muchos para hacer disfrutar desde otros frentes que no sean coitales. Luego, desprestigios variopintos, culturales y condenas morales han llevado a las personas a hacerle el feo al ejercicio oral a la mujer. Una vez muchos se educan, se dan cuenta que no todo es coito; que si practican cunnilingus sus estándares viriles se mantendrán intactos; que no son ningunos sumisos ni se están rebajando; que los genitales femeninos no son sucios, no saben ni huelen a pescado; que no se va a intoxicar en los bajos ni a condenar en los sótanos del infierno; entonces, se atreven a probar una de las esencias ‘medicinales’ femeninas, o al menos a no desvariar del tema.
¡Active el ‘cunnimap’!
Esta es una ruta corta para que pueda llegar a la montaña, y al pico: Infórmese y familiarícese con la anatomía femenina previamente. Cree un ambiente con buen clima. Pídale a su pareja que se masturbe antes para ver cómo lo hace, y conocer puntos a favor. Estimule adecuadamente para que haya relajación del cuerpo, tiempo para la excitación y la lubricación. Pacte posturas adecuadas, la pelvis elevada es plus. Procure que cabeza y cuello estén muy cómodos. Invite a su pareja a abrir bien las piernas para que no se aprisione y además tenga espacio de bucear. No vaya al grano, placeree o acaricie los aledaños. Use las manos para que de calorcito. Si tiene barba cuídela para que no raspe la zona, ya que puede ser incómodo y desconcentrar. Escuche los silencios, lea el lenguaje no verbal, así notará si hay placer, eso evita caricias sosas o a destiempo.