IBAGUÉ. Al tercer día de estar muerto, María Fonseca recibió una llamada en la que le informaron que su hijo estaba en Medicina Legal de la capital del Tolima.
Ella llegó a Ibagué y se enteró que su muchacho, Luis Fernado Aguilar Fonseca, había sido atropellado por un taxi en la carrera Quinta entre las calles 37 y 38, zona donde cuidaba carros.
“Hablamos hace dos meses y me dijo que estaba bien. Me preguntó cuándo iba a venir a visitarlo”, contó la progenitora.
Aguilar Fonseca era natural de Caicedonia, Valle, pero su familia se había traslado a Bogotá, donde mataron a su padre y luego murió su abuela. Esos dos sucesos lo afectaron y llevaron al hombre a consumir droga.