REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
El sentimiento de desconfianza es el impulsor para pensar que lo que va a suceder en el futuro será malo, esto puede ser algo real o imaginario dependiendo del esquema de creencias o experiencias con las cuales se ha ido formando una persona.
Tener angustia frente al peligro es una emoción totalmente natural y se puede presentar acompañada de agentes o componentes que amenacen la integridad humana. Sin embargo, en otro sentido temerle al fracaso, por ejemplo, reduce la capacidad de decidir, limitando por completo la iniciativa para obtener resultados diferentes.
Es posible evitar la exposición a ciertos sentimientos frustrantes causados por el miedo, haciendo una valoración profunda y correcta de lo que parece ser irreal, desadaptativo o exagerado. En muchos de los casos el fracaso solo está en la mente y no en la realidad, lo cual lleva a sembrar obstáculos impertinentes e incluso inexistentes; a crear previsiones catastróficas y negativas, evitando por consideración confrontar los nuevos desafíos.
Fracasar en algo no significa en ningún momento que seas una persona fracasada. Todos los seres humanos nos podemos derrumbar, pero de la misma forma en que caemos debemos de sacar una gran fuerza interna para continuar. No se saca absolutamente nada con frustrarse para siempre. Cada vez que nos sentimos perdidos es una oportunidad para dar lugar a nuevos y mejores comienzos.
No permitas que los miedos te imposibiliten
El miedo se hace visible al detectar las alertas de riesgo frente a los posibles daños que se pueden llegar a suscitar, pero hay que tener mucho cuidado porque no en todo es sano que esté presente esta emoción. Si fuese así, entonces, se estaría perjudicando la mente y generando algunos bloqueos, estancando la evolución e impidiendo de tal forma el desarrollo adecuado que requiere una vida normal. En psicología y psiquiatría se ha detectado durante mucho tiempo que el exceso de miedo al fracaso de manera incontrolada, conlleva a distintos trastornos tales como: la Ansiedad, el Estrés Postraumático, la Depresión, etcétera.
Sin embargo, una persona que no tenga un diagnóstico profesional por estas áreas, pero que se sienta atada de manera constante a esta emoción negativa, puede ver paralizados sus objetivos y proyectos, contribuyendo a quedarse en un punto sin partida, lo que llamamos los profesionales de salud mental la zona de confort.
¿Por qué la gente le teme al fracaso?
Fracasar suele sonar como algo terrible, pero no es así cuando se analiza minuciosamente. Con estas situaciones existen miles de posibilidades de crecimiento a nivel personal. De hecho, fracasar es muy necesario para desarrollar la capacidad de resiliencia. ¡Caerse es permitido, pero levantarse es obligatorio! Si no existieran los fracasos en la vida estaríamos todos sumergidos en creer que todo es tan perfecto como para no aprender de nuevas experiencias.
¿Cómo superar el miedo al fracaso?
-Identifica los factores que te están ocasionando el sentimiento.
-No sobre pienses las cosas una y otra vez.
-Evita predecir el futuro.
-No te autoexijas más de lo que puedes dar.
-Proponte metas enfocadas a la realidad.
-No le pidas consejos a personas inseguras.
-Intenta y reintenta una y otra vez hasta que lo logres.
-Piensa que todo saldrá bien.
-Enfrenta los nuevos retos con valentía.
-Si el fracaso se presenta no le huyas, ponle la cara y aprende de la experiencia.
Factores
El miedo al fracaso se manifiesta a causa de los siguientes factores condicionados:
La interpretación: es la forma en que se entiende y se comprende la situación presente, desde el punto de vista personal.
La antelación: es imaginar lo que aún no ha sucedido, visualizando el resultado de una forma totalmente negativa.
La sugestión: es la influencia externa de alguien o algo que incita a pensar o actuar de una manera determinada.
La evaluación: es qué se hace y cómo se pueden enfrentar las situaciones o los nuevos retos.
- *Margarita María Londoño -Psicóloga-Especialista
