REDACCIÓN Q’HUBO qhuboibague@gmail.com
En el barrio Pacandé, de Ibagué, sus habitantes llevan tiempo esperando al personal del Ibal. Un daño de alcantarillado los perjudica y aunque en mayo le dieron a conocer el caso a la empresa, hasta el momento no han efectuado ni la primera visita.
Uno de los afectados es Miguel Ángel Ardila, la persona que radicó el oficio en la entidad.
“Frente a mi casa hay una alcantarilla colapsada. A esta llega gran cantidad de desechos, y lo grave es que el agua ya se empezó a devolver por el baño. En mayo, el director Operativo del Ibal, Harold Rodríguez, respondió que la instalación del fibrocemento y mantenimiento del sumidero se llevaría a cabo inmediatamente cuando el personal operativo contara con disponibilidad. No obstante, ya han pasado dos meses y no se han asomado por allí”, cuestionó. Y agregó: “He llamado y tampoco han dado una fecha. Por eso es que nos toca acudir a los medios de comunicación. Creo que en la respuesta que dan usan la palabra inmediatamente, para darle contentillo a los usuarios y no debería ser así”.