Un enorme lote, que por años ha sido usado como botadero de basura y está ubicado detrás del control de busetas en Nueva Castilla fue ocupado hace una semana por un nutrido grupo de familias que llegaron hasta el lugar para asentarse en cambuches. Aseguran que no cuentan con otra opción de vivienda.
Sin más posibilidades
En un extremo de Nueva Castilla, a un costado de donde finaliza el recorrido de rutas de busetas como la 9, la 15 o la 17 y frente a un lote en el que se adelanta la construcción de un proyecto de vivienda; cientos de familias se tomaron el terreno. Danna Michelle Muñoz es una de las personas asentadas en el lugar. Indicó que llegaron el sábado 7 de agosto.
“Estamos acá porque no tenemos la posibilidad de tener una casita ni de pagar un arriendo. Acá hay mujeres embarazadas, madres cabezas de hogar, niños, adultos mayores. De todo. Nos pusimos de acuerdo, porque esto era un basurero y ya está limpio. Acá robaban. Estamos reubicándonos aquí, porque no teníamos dónde vivir”, relató Danna, quien está en embarazo y tiene una hija.
Dispuestos a resistir
En el sitio, se pueden observar delineados los espacios que corresponden a cada grupo familiar y cuyas dimensiones son de 6×12 metros, “como manda la ley”, aseguran ellos. Familias enteras con sus niños permanecen en el lugar donde les toca pernoctar, pese a los cambios del clima y a los zancudos, en cambuches construidos con palos y plásticos. Entre el grupo hay antiguos residentes de Nueva Castilla y personas que han llegado de otros sitios.
“Queremos que la familia Trujillo se ponga la mano en el corazón y ceda esto para los que de verdad necesitan. Esto era un botadero y estaba abandonado. Todas estas familias necesitan”, asegura uno de los ocupantes. Añadieron que el sitio ya había sido invadido con anterioridad, y en esa ocasión fueron desalojados por el Esmad, pero que en esta oportunidad será diferente.
Dispuestos a dialogar
Otro ocupante del lote indicó que está en condición de discapacidad, debido a ataques de epilepsia, lo que le impide encontrar una opción de empleo digno. Esa es la constante en estas familias, cuyos miembros aseguran que no cuentan con fuentes de ingreso para poder costear arriendos o subsidios de vivienda comunes. Por eso, aseguran que esperan recibir la atención de la Administración municipal, con el fin de obtener soluciones. Según expresaron, su intención no es adueñarse del terreno, sino llegar a alguna alternativa que les permita tener vivienda en ese u otro espacio, siempre y cuando haya un compromiso serio de las autoridades competentes.