Hélmer Parra- El Nuevo Día/Q’Hubo.
Algunos habitantes de Belén, en la comuna Dos, se mostraron sorprendidos por la tala de algunas palmeras tipo botella que desde hacía varias décadas ofrecían sombra y aire fresco a propios y transeúntes. Funcionarios de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo llegaron al sitio para realizar los cortes y remoción de material el miércoles y jueves de esta semana.
Tala tenía autorización
Jorge Eliécer Castro, funcionario de la Secretaría de Ambiente y Gestión del Riesgo, quien coordinó los trabajos realizados por operarios, indicó que las talas eran necesarias porque los troncos de las palmas se deterioraron por el paso del tiempo y se corría el riesgo de que se vinieran abajo y provocaran un accidente.
“Esto se hace con permiso, de lo contrario no se podrían tumbar. Vienen técnicos a realizar los estudios, porque un árbol no se puede tumbar así como así”, argumentó Castro. La corteza de los individuos talados se observaba porosa, debido al exceso de absorción de agua, lo que con el tiempo ocasiona que los troncos de las palmas se pudran.
Lo habían solicitado
Yesid Guzmán, ingeniero a cargo del trabajo, indicó que la Junta de Acción Comunal de Belén hizo previamente la solicitud de la tala de estas palmas.
“La idea es que se haga una reposición por otra especie que no afecte el adoquín y que también genere oxígeno”, aseguró Guzmán. Y que agregó que estos árboles ya habían cumplido su ciclo.
Al respecto, acotó: “Tendrían entre 20 y 30 años. Es una especie que no tiene mucha durabilidad. Ellas se enraizan y a veces tratan de levantar el adoquín porque generan un tapete”.
Guzmán agregó que la idea es que la comunidad de la zona quede tranquila y que incluso los troncos puedan ser usados como asientos en el parque por los visitantes, mientras se programa la reposición de árboles en el lugar.
¿Qué opina la comunidad?
Una habitante del sector que transitaba por el lugar opinó que no todas las palmas estaban en mal estado y que espera que la reposición se haga lo más pronto posible, ya que las palmas ofrecían sombra y embellecían el sitio. “Una palma tenía hasta bromelias, no debieron cortarla”, aseguró la mujer.
Por su parte, José Édgar Olaya, habitante de Belén, aseguró que los trabajos se demoraron mucho y que la tala se hubiera podido evitar si se hubiera examinado con anterioridad el estado de las palmas.
Cifra
7 palmas fueron taladas y se deberá programar su reposición.
