Ante la escalada de matanzas en los territorios de Colombia donde operan, la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) culpa de los hechos a grupos paramilitares que reaccionan tras la detención del expresidente Álvaro Uribe.
Desde La Habana, Pablo Beltrán, jefe de la delegación para los diálogos de la última guerrilla activa de Colombia, cree que la situación del exmandatario, opositor a los acuerdos de paz, es clave para que las conversaciones se retomen durante el gobierno del también derechista Iván Duque.
«Duque gobierna a nombre de Uribe (…) Si Uribe se fortalece, muere el proceso de paz. Si Uribe se debilita, tiene posibilidades el proceso de paz», dice el comandante de la guerrilla guevarista sobre el expresidente, que cumple arresto domiciliario por un caso de manipulación de testigos.
¿A qué atribuye esta escalada de violencia en territorios donde opera el ELN?
«En Colombia se abrió una coyuntura especial el 4 de agosto, cuando decidieron llamar a juicio y colocar en prisión domiciliaria al expresidente Uribe, un hombre muy poderoso. Varios seguidores de él dijeron que iban a incendiar el país. Después se incrementaron masacres.
No matan solo a excombatientes sino a sus familiares. No solo a líderes sociales sino a cualquier persona, universitarios celebrando un cumpleaños».
¿Es una reacción a la detención del expresidente Uribe?
«Hay una situación de ingobernabilidad tras la detención de Uribe, hay una reacción de los seguidores de él.
Se da en ese contexto porque los principales agentes de toda esa violencia son los grupos narcoparamilitares, en la zona del Pacífico, Caribe y la frontera con Venezuela.
Son partes muy militarizadas y a esas partes llegaron asesores desde Estados Unidos. ¿Cómo se explica que donde están más militarizados, donde están las brigadas más especializadas y están los narcoparamilitares más sanguinarios ocurran esas cosas? Si usted militariza un territorio, tiene que responder por él».
Acusan al ELN de estar involucrado con la reciente masacre de jóvenes en Nariño…
«Eso no es cierto. Tenemos varios frentes en esta zona que son nacidos allí, nadie los mandó allá. Eso es en la frontera con Ecuador, zona de cultivos de coca donde los campesinos no tienen otra opción. A la gente le han preguntado (por los responsables) y dicen que es un grupo narcoparamilitar que se llama ‘Los Contadores’.
Ellos estaban en la zona del Pacífico y han subido a la cordillera, donde ocurrió esa masacre. Nuestra fuerza sí ha combatido con ellos porque su criterio de expansión es salir de la costa pacífica y subirse a la sierra.
Pero son cosas del mes anterior. Y la retaliación es atacar a las comunidades organizadas porque les atribuyen que son de influencia del ELN».
Defensa, no ataque
¿Otras fuerzas se han apropiado de zonas que eran del dominio del ELN?
«Donde ha estado más intenso el conflicto es en la frontera con Venezuela. Se han incrementado los grupos paramilitares. Están ‘Los Rastrojos’, que se denunció que era el grupo que transportó a (el líder opositor venezolano Juan) Guaidó de Venezuela a Colombia.
Llevamos décadas allí, y este año sí hubo combates con esas fuerzas. A mediados de julio esos combates bajaron, pero ellos, en retaliación, incrementaron las masacres de población civil. Es una manera de decir, todo el que tenga algún tipo de cercanía con la oposición al gobierno de Uribe, los vamos a castigar».
¿Cómo puede contribuir el ELN a disminuir el conflicto?
«El Consejo de Seguridad de la ONU exigió en junio un alto al fuego. Nuestra dirección dijo estar dispuesta a ese cese y planteó un cese bilateral (…) Pero el gobierno no responde. Pedimos que el gobierno atienda el llamado».
¿Qué escenario prevé para Colombia?
«Van 33 masacres, esto pasa y el gobierno no se conmueve. Estas matanzas de jóvenes han sido un campanazo que despierta a la gente a decir basta».
¿La posición del ELN ahora es de ataque, defensa, o ambas?
«Es defensa, muchas comunidades a las que están persiguiendo y masacrando nos dicen, vengan y ayúdennos a organizar nuestra legítima defensa ¿Cómo no vamos a ir?. Más que ataque, es defender la vida y los territorios».
