EDWIN GUTIERREZ
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Un sismo de magnitud 4.5 M.L. (Magnitud Local), ocurrido al mediodía del pasado 2 de diciembre y cuyo epicentro fue el territorio de influencia del volcán cerro Machín, encendió las alarmas entre los habitantes de Ibagué, Cajamarca y varios municipios del Tolima; esto debido a una eventual erupción y a las consecuencias que tendría sobre esos territorios.
Q’HUBO le cuenta en qué consiste esta amenaza y cómo se preparan los organismos de socorro, las autoridades en general y los habitantes de los municipios que se verían afectados ante una emergencia, que en este caso no se puede predecir, pero sí merece atención oportuna en materia de prevención de riesgos y desastres.
Sobre el volcán
El volcán cerro Machín está ubicado a 7 kilómetros de Cajamarca y a 17 kilómetros de Ibagué, sobre la ladera oriental de la cordillera Central. Queda a 2.750 metros sobre el nivel del mar, se le conoce también como Alto de Machín o el Hoyo. A su cráter, donde habita una familia, se puede acceder a pie o en vehículo desde Ibagué o Salento (Quindío).
De acuerdo con el profesor Gonzalo Duque Escobar, ingeniero civil con posgrado en geofísica aplicada, economía y mecánica de suelos y quien ha realizado varios estudios acerca del comportamiento del Machín, este volcán queda en pleno corazón de Colombia y en el centro de lo que se conoce como el ‘Triángulo de Oro’, cuyos vértices o puntas vienen siendo Bogotá, Medellín y Cali; donde se ubica gran parte de la población del país y de su economía, por lo que una eventual erupción causaría afectaciones a más de un millón de personas.
Asimismo, explica que el volcán tiene un cráter de 2.4 kilómetros de diámetro y en su interior hay dos domos de 250 metros y 150 metros de altura donde hay actividad fumarólica, así como fuentes de aguas termales; esto, según él, sumado a los sismos frecuentes, lo lleva a citar una nota de la Fundación Ecológica Cosmos, publicada en 2008, donde se habla del Machìn como: “la mayor amenaza volcánica de Colombia”, al tiempo que señala que: “estamos pues en mora de que se tomen medidas efectivas para prepararnos y prevenir un desastre. Es cierto que no hay manera de saber cuándo ocurrirá, pero sí sabemos que ocurrirá y dónde”. En ese sentido, continúa advirtiendo que el problema radica en que no se puede saber con exactitud lo que puede ocurrir, cuándo y la magnitud del evento.
Asì las cosas, el profesor Escobar, advierte que el volcán cerro Machín, al ser muy explosivo y según los antecedentes de su última erupción de cinco kilómetros cúbicos de volumen, ante una posible emergencia: “exige actuar anticipadamente sobre el poblado de Cajamarca y sobre los pequeños asentamientos de su vecindad, como Toche (en zona rural de Ibagué), con mayor intensidad, haciendo del lugar un objeto de planificación con enfoque preventivo y participativo, y por lo tanto actuando con la propia comunidad como sujeto de ella, para definir en conjunto el nivel de riesgo que se desea y puede asumir”.
Zonas de amenaza
Según el Servicio Geológico Colombiano, este mapa contiene los resultados más importantes de la evaluación de la amenaza volcánica del Machín y en él se resaltan las zonas de amenaza para cada uno de los fenómenos volcánicos que ha caracterizado su actividad eruptiva, que pueden ocurrir en un futuro y que tienen potencialidad de daño.
Así las cosas, el mapa está orientado a las autoridades: “con el fin de que las conclusiones y recomendaciones sean tenidas en cuenta en los planes de desarrollo territoriales y de gestión del riesgo en la zona de influencia del volcán” y (…) “se traduzca en acciones efectivas para la reducción de riesgo de la zona de influencia del volcán”.
- Color Naranja:
Flujos piroclásticos: Se asemejan a nubes de material incandescente compuestas por fragmentos de rocas, cenizas (partículas tamaño arena) y gases que viajan calientes a grandes velocidades por los flancos del volcán, tendiendo a seguir los valles, arrasando y sepultando todo lo que encuentra en su trayectoria. Este es el tipo de amenaza volcánica con mayor potencialidad de daño, no solamente en el Machín.
Zonas que se verían afectadas: Cajamarca, Anaime, Corregimiento de Coello, Toche y Tapias (Ibagué).
- Color verde:
Lahares (avalanchas o flujos de lodo): son una mezcla de fragmentos de roca, arena, limo y agua que se desplazan por los valles de las quebradas y ríos a velocidades de decenas de kilómetros por hora.
Zonas que se verían afectadas: Saldaña, Guamo, Espinal, Flandes, Coello, Chicoral, Gualanday, Valle de San Juan, Payandé, Girardot y Nariño (Cundinamarca).
- Color amarillo:
Caída de piroclastos: como consecuencia de las erupciones explosivas, son lanzados a la atmósfera fragmentos de roca de diferentes tamaños, los cuales al caer a la superficie se constituyen en las denominadas caídas de piroclastos.
Zonas que se verían afectadas: Cajamarca, Anaime, Toche, Calarcá, Armenia, Salento, Circasia, Filandia, Quimbaya, Montenegro, Alcalá, La Tebaida, Barcelona, Córdoba, Pijao y Buenavista.
- Color rojo
Flujos de Escombros: Estos flujos se caracterizan por generar grandes represamientos, por ser altamente canalizados por los cauces de los ríos y, por ende, por presentar una menor distribución lateral en comparación con los flujos hiperconcentrados. Las amenazas primarias de los flujos de escombros para las personas, las estructuras, la infraestructura y los cultivos incluyen: arrasamiento y destrucción de las estructuras existentes a lo largo de su trayectoria (puentes, casas en las orillas de los ríos). Inundación de las regiones aledañas en el caso de presentarse represamiento de los ríos y enterramiento de las zonas aledañas a las orillas de los ríos por desbordamientos originados por desconfinamiento de los flujos
Aumentó el monitoreo
A raíz del aumento de la actividad sísmica en el volcán cerro Machín durante las últimas semanas, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), informó que se intensificó el monitoreo: “El comportamiento de la actividad volcánica nos lleva a cambiar el estado de alerta a amarillo, debemos estar más activos y fortalecer el monitoreo en un trabajo conjunto con los consejos municipales y departamentales de gestión del riesgo de desastres de Cajamarca y Tolima. Existen planes de evacuación previstos para este tipo de alerta”, señaló Javier Pava, director de la UNGRD.
De igual forma, dio a conocer que en un trabajo conjunto con las entidades que componen el Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD), continúan monitoreando la actividad del volcán para establecer las acciones de prevención y mitigación que se requieran en el área de influencia.
El volcán en la última semana
Según el último boletín semanal de actividad del volcán Cerro Machín, emitido el martes 27 de diciembre por el Servicio Geologico Colombiano, el nivel de actividad continúa en nivel Amarillo de actividad o (III): cambios en el comportamiento de la actividad volcánica.
En relación al seguimiento de la actividad del volcán, informó que: “durante la última semana continuó el registro de actividad sísmica relacionada con el fracturamiento de roca alrededor del volcán. Esta actividad sísmica disminuyó en el número de sismos registrados y aumentó levemente en la energía sísmica liberada, en comparación con la semana anterior.
Los sismos se localizaron en el sector suroccidente del edificio volcánico, a profundidades entre 2,0 y 12,0 kilómetros. La mayor magnitud registrada durante la semana fue de 0,3 ML (Magnitud Local) correspondiente al sismo registrado el 20 de diciembre a las 19:25 (hora local), localizado a 6.0 kilómetros al suroccidente del volcán, a una profundidad de 8,0 kilómetros. Los demás parámetros utilizados para el diagnóstico integral de la actividad volcánica no mostraron cambios importantes durante el periodo evaluado”.
Datos:
*Según Ingeominas, la última erupción del volcán cerro Machín ocurrió hace 800 años y de acuerdo al registro geológico, han ocurrido seis erupciones en los últimos 5.000 años
Tome nota:
De acuerdo con el ambientalista Nestor Ocampo Giraldo, los primeros datos que se tienen del volcán cerro Machín, fueron gracias al geólogo alemán Karl Gottfried Immanuel Friedlaender(1927), quien supo de su existencia gracias al Hermano Marista francés Amable, quien lo descubrió.