El uso de la mascarilla está aumentando los casos de ojo seco o agudizándolos, dado que por la parte superior de la mascarilla emerge un flujo de aire que llega hasta los ojos de manera continua, según el doctor Julio Maset, médico de Cinfa.
Esto puede provocar síntomas como la sensación de tener un cuerpo extraño o arenilla dentro del ojo, sequedad y/o enrojecimiento ocular, picor y escozor, lagrimeo, pesadez en los ojos e inflamación de los párpados (blefaritis). «Para prevenir la sequedad en los ojos, que constituye uno de los principales motivos de consulta oftalmológica en la actualidad, debemos tomar ciertas precauciones. Por ejemplo, asegurarnos de que la parte superior de la mascarilla nos queda bien ajustada, de manera que el aire salga por los lados o por debajo de ella», recomienda el experto de Cinfa.
Consecuencias del teletrabajo en la vista
Con todo, además de la mascarilla, hay otros factores implicados en la sequedad ocular, tales como la baja humedad del ambiente, lo que puede ocurrir debido a la calefacción, o el uso intensivo de pantallas y dispositivos electrónicos. «Si a ello se añade el hecho de que muchas personas han de trabajar desde casa, pasando más horas delante de pantallas y, en ocasiones, sin contar con el equipo ergonómico adecuado, el esfuerzo al que se ven sometidos nuestros ojos es evidente», explica Maset.
Además, aconseja que, de cara a atajar la aparición de otros trastornos derivados de esta situación, es importante contar con el mobiliario y el equipamiento tecnológico que permitan mantener una buena postura al trabajar. Esto también puede ayudar a prevenir tanto problemas visuales (pesadez de los ojos y de los párpados, visión borrosa, enrojecimiento ocular, molestias causadas por la luz o la mencionada sequedad ocular) como dolores musculares y cefaleas.
Igualmente, a su juicio, es «crucial» cuidar la iluminación al trabajar o estudiar desde casa, así como mantener una distancia adecuada a la pantalla, que va de 40 a 50 centímetros. Tal y como añade el experto de Cinfa, «también es necesario realizar pausas, porque los ojos no están preparados para fijarse durante largos periodos de tiempo en un mismo punto».
Sin embargo, advierte de que stos descansos «no se deben dedicar a consultar el móvil o leer, sino a mirar a lo lejos, por ejemplo por una ventana, o a hacer ejercicios que permitan relajar y acomodar la vista». También es importante tratar de parpadear a menudo, ya que cuando se trabaja frente al ordenador, la frecuencia de parpadeo disminuye notablemente y esto redunda en una falta de lubricación de la córnea.
Para evitar estas molestias y cuidar la salud ocular, el doctor recomienda una serie de pautas. En primer lugar, es preciso ajuntar bien la bien la parte superior de la mascarilla, asegúrándose de que queda bien pegada al puente de la nariz y bajo los ojos, con el fin de que el aire emerja por los laterales o por la parte inferior, en vez de por arriba.
«Elige aquella que mejor se adapta a tu rostro y, si fuera necesario, puedes recurrir a un esparadrapo hipoalergénico para adherirla mejor. Esta precaución es especialmente importante si llevas gafas, a fin de evitar que las lentes se empañen y el vaho limite tu visión», aconseja.
Además, es necesario cuidar la iluminación en el entorno de trabajo. Para no forzar la vista, la luz debe estar concentrada en la zona de estudio o lectura, pero el resto del espacio no debe quedar a oscuras. Si la luz natural no es suficiente, se puede complementarla con lámparas. Sin embargo, es importante evitar trabajar frente a una ventana, ya que la luz que entre a través de ella puede hacer difícil la adaptación ocular al brillo de la pantalla. También se debe buscar la mejor posición para evitar reflejos en el monitor o la tableta.
Asimismo, el doctor aconseja trabajar con un monitor en buenas condiciones. Su tamaño ha de ser suficiente y la imagen debe ser nítida y no emitir destellos, parpadear o vibrar. «Si es posible, usa un filtro o protector de pantalla y ajusta el brillo del monitor para rebajar su intensidad e incluso ajustar el tamaño de letra a tu capacidad visual», afirma.
Es necesario mantener textos y pantallas a unos 40 centímetros; concretamente, el doctor detalla que la mejor distancia para leer es la que hay, aproximadamente, entre el codo y el puño. «Cuando leas, debes mantener los antebrazos apoyados sobre el plano de trabajo y, cuando mires la pantalla del ordenador, tus ojos han de formar con ella un ángulo de noventa grados. Si precisas gafas de lectura, empléalas, y si tienes dificultades para enfocar, deberías revisar tu visión con un especialista.
Por otro lado, anima a realizar descansos periódicos durante 20 segundos cada 20-30 minutos para cerrar los ojos unos segundos, lo que facilita la hidratación natural. También recomienda hacer movimientos oculares arriba y abajo, a los laterales y en diagonal, y mirar a través de la ventana a algún objeto lejano, con el fin de relajar la musculatura del ojo.
Así, recuerda la necesidad de parpadear con frecuencia, ya que, recuerda, una visión próxima que requiere concentración inhibe el parpadeo. «Este es un mecanismo natural de secreción lagrimal y limpieza de la superficie ocular y previene el ojo seco», abunda.
Si aun así se siente la sensación de arenilla o escozor que indican sequedad ocular, es preciso hidratar los ojos mediante soluciones individuales de lágrima artificial que mejoran la sintomatología; además, aconseja beber mucha agua a lo largo del día; incluso, refrescarse el rostro con agua fría puede ser muy útil.
Así las cosas, recuerda la importancia de no abusar de los dispositivos electrónicos. «La pandemia y el confinamiento han incrementado el número de horas que pasamos frente a móviles, ordenadores o tabletas, por lo que es recomendable alternar la exposición a pantallas con actividades que no las requieran, como juegos de mesa o pasatiempos». Además, aboga por evitar su uso en periodos de ocio. «Un buen paseo o ejercicio físico moderado de 30 a 45 minutos al día ayudará a descansar tu vista empleando visión lejana», expresa.
En este sentido, recuerda que hay que evitar los ambientes calurosos o demasiado secos propiciados por el aire acondicionado y la calefacción. «En caso usarlos, una buena idea es colocar humidificadores en la habitación, sin olvidar ventilar bien la habitación», ha recomendado.
Finalmente, el experto anima a revisar la vista cada año y medio o dos años. «Este estudio optométrico debe llevarse también a cabo en el momento en que notes fatiga visual, dolores de cabeza, modificaciones en la visión de lejos o de cerca o si disminuye tu rendimiento en los estudios o el trabajo», ha concluido.