IBAGUÉ. En la iglesia del barrio Yuldaima, familiares, amigos y compañeros de estudio le rindieron un sentido homenaje a la memoria de Kevin Santiago Piragua Amorocho, quien a sus escasos 12 años encontró la muerte debajo de las llantas de una buseta cuando se desplazaba en su bicicleta por las vías del barrio Tulio Varón.
Durante sus honras fúnebres las personas que lo acompañaron hasta su última morada en el Cementerio San Bonifacio, lucieron camisetas blancas simbolizando su inocencia.
Globos blancos con el nombre el hoy fallecido, adornaron la iglesia en donde se realizó el acto litúrgico que estuvo acompañado de un mensaje de paz por parte del cura.
Sus compañeros de estudio y aventuras uno por uno hicieron fila para despedirse de la mejor manera.
Después de que se terminó la misa la carroza fúnebre estuvo acompañada por algunos vehículos particulares que se adornaron con globos blancos.
El sepelio contó con la compañía de varias personas que se solidarizaron con la familia del menor que deja un gran vacío en la vida de quienes lo conocieron.
