El triste final de don Rafael

IBAGUÉ. Una lamentable noticia se conoció en la tarde del miércoles. Al parecer, la tristeza y la desesperación generada por una fatal enfermedad llevaron a un hombre de 68 años a quitarse la vida. Sus familiares y amigos hoy lamentan la partida de Rafael Ramírez Ramírez, que dedicó su vida al trabajo y a la familia.

La triste noticia
Habitantes del sector aledaño a la glorieta El Rodeo, reportaron el hallazgo de un cuerpo que estaba suspendido de un árbol en una zona boscosa ubicada entre la Casa de la Moneda y la mencionada glorieta. Al lugar llegaron unidades policiales, quienes fueron los encargados de efectuar el levantamiento del cuerpo, el cual estaba en un alto estado de descomposición. Unidades de la Sijín trasladaron el cadáver a Medicina Legal para llevar a cabo la respectiva identificación.

La búsqueda
Desde el pasado 3 de enero la familia Ramírez buscaba con desespero a Rafael Ramírez Ramírez. El hombre de 68 años había salido a las 7 de la mañana de su vivienda en el barrio Las Américas sin avisar a su esposa, dejó su billetera y celular. Su esposa pensó que había salido a adelantar algunos cobros en la zona, pero nunca regresó. Desde ese día sus familiares iniciaron una búsqueda incansable para dar con el paradero de Rafael, pero terminó el pasado miércoles al conocerse el triste desenlace del hombre que decidió poner fin a su existencia.

Depresión y problemas de salud
El pasado miércoles el Q’hubo publicó la desaparición de don Rafael. En esa ocasión los familiares relataron que el hombre se encontraba desde hacía varios días en un estado de depresión debido a una enfermedad terminal que sufría, y que le estaba causando graves complicaciones en el oído y uno de sus ojos. El hombre compartió las festividades navideñas con su familia, pero la tristeza invadía su alma. Parientes afirmaron que Ramírez iba a ser sometido a una cirugía el 10 de enero, pero que él se negaba a esta posibilidad y aseguraba que si se operaba no soportaría el procedimiento.

El vendedor de velas
Luego de pensionarse, Ramírez se dedicó al comercio de velas y veladoras. Recorría Ibagué y el Tolima para visitar a sus clientes y ofrecerle sus productos. Durante años recorrió los municipios del Norte del Tolima, Carmen de Apicalá, Girardot y San Luis. En estos lugares hizo grandes amigos que hoy lamentan la partida de un hombre trabajador que deja un vacío entre sus familiares y en los cientos de comerciantes que compraban sus productos.

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