ANTONIO GUZMÁN OLIVEROS qhuboibague@gmail.com
En una caminata dominical por el barrio La Pola, subí por la carrera Tercera y cuando cruzaba frente a la casona que fue de propiedad de la poetisa y compositora Leonor Buenaventura de Valencia, descubrí unos cristales rotos, al asomarme vi con asombro lo que eran unas obras de construcción.
Tomé una foto para guardarla, pensé que así como otras estructuras de este histórico barrio, igual que de Belén, iba a ser destruida, a pesar de ser un Bien de Interés Cultural de Ibagué.
Días después, por medio de redes sociales vi ‘Restaurante La Novia’, y allí, la imagen de la casona, Contacté a los dueños y resulté hablando con el empresario Leonardo Rodríguez Jiménez, quien es reconocido por hacer uso de estos espacios antiguos, remodelarlos y crear restaurantes.
Al menos, descansé al saber que la casona no sería destruida como lo hicieron con algunas viviendas en esta zona histórica de la Capital Musical. Leonardo inició su relato contándome su primer proyecto en la plaza Murillo Toro, precisamente en otro Bien de Interés Cultural, en la Casa Javeriana donde funciona Don.
“Nos pareció mágica la casa y logramos hacer una intervención acertada, trabajamos junto con la Secretaría de Cultura Municipal y desarrollamos el proyecto. De ahí sale la idea de buscar las casas patrimonio cultural y tratar de hacer exactamente lo hecho en el Murillo Toro”, contó.
Hace año y medio el socio gestor de esta remodelación, contactó al propietario de la casona de la ‘Novia de Ibague’, como era conocida Leonor Buenaventura, y junto con el otro socio, el empresario bogotano Juan Pablo Garcia, le propusieron que les arrendara la vivienda.
“Contacté al dueño, hablamos, conocí la casa por dentro, estaba deteriorada por el pasar de los años, se le hizo la propuesta del negocio, ahora arrancamos este proyecto y el dueño está encantado con lo que le sucede a su propiedad”, agregó.
Amor al patrimonio
Para los empresarios o constructores muchas veces es más fácil demoler una casa antigua que remodelarla, se piensa más en el dinero que en preservar la memoria histórica, algo que en su momento pensó quien compró esta propiedad, pero no contó que era protegida por ser Bien de Interés Cultural.
“Las casas patrimonio cultural tienen un tratamiento especial, restaurar es mucho mas difícil que arrancar de ceros, adicional a eso, toca hablar con la Secretaría de Cultura y estar regidos bajo parámetros. Tuvimos que pasar un proyecto arquitectónico y estructural.
“No es fácil, pero a mí me parece que coger este tipo de casas que ya tienen una historia que contar, además su arquitectura es maravillosa, hace parte del centro histórico de nuestra amada ciudad y qué bueno rescatarla. Si miramos ciudades como Bogotá o Cartagena, hay locales comerciales, les hacen honor a la historia y les dan vida”.
Restauración
La casona, como se ve en las fotos antes de la remodelación, estaba destruida, habia maleza y el techo estaba vencido así como los pisos.
“Como el techo estaba destruido tuvimos que ponerlo de nuevo, construir una viga de amarre que acompañara la casa, esto para que no fuera inmersivo, quedó casi al original, en madera, acorde a la casona sin borrar el legado. El piso, como también era de madera, por el pasar de los años y el abandono, estaba completamente destruido, no pudimos conservarlo. Se cambiaron también las tuberías y las cajas, y como queríamos ser lo más respetuosos, se diseñó un piso con baldosa hidráulica para que pareciera original de la época”, aseveró Rodríguez Jiménez.
Lo que sí tumbaron fueron algunas paredes para dejar salones más amplios para las mesas; y con el fin de recordar las divisiones y que sirvieran de apoyo estructural se dejaron unas mochetas. ‘La Novia’, como se llamará el restaurante, espera abrir en noviembre; el nombre es en honor a quien con su música dejó en alto el nombre de Ibagué y que para fortuna de la memoria histórica se conservará su casa.
Arquitectura de la casona
El arquitecto y doctor en Historia, Andrés Francel, explicó que el exterior de la casa de Leonor Buenaventura es Art Déco, así como Streamline, debido a que la esquina es curva y genera un sentido de progreso, de avance de la tecnología, un concepto principal en aquel momento. En el zócalo y el parapeto tiene marcos en mortero chispeado, como se le denomina en obra. En el tímpano, es decir, la forma que corona la esquina, se nota la incorporación del Art Déco exótico, que buscó retomar algunos patrones estéticos de culturas como la egipcia y la maya, por eso se ven esas formas escalonadas decorada. El parapeto tenía la función de ocultar el tejado para que la fachada siempre estuviera impecable.
Unas que no se salvaron
La arquitectura de Ibagué ha sido muy golpeada y poco valorada, son demasiadas las casonas que han resultado demolidas y que nunca fueron tratadas con respeto, se perdió gran parte de la memoria arquitectónica de una ciudad que el próximo 14 de octubre cumplirá 473 años.
Una de las casas recordadas y que fue demolida en 1995 fue donde hoy se levanta el edificio El Escorial, en ese entonces servía como sede del Colegio Eucarístico, una casona de estilo republicano y aunque hubo una lucha de la comunidad por evitar que fuera destruida, al final terminó en el suelo.
En 1954 ordenaron la demolición de la Gobernación del Tolima. Otra construcción que dejó tristeza fue la antigua estación del Ferrocarril, la cual fue demolida en los 80.
Dato
La Casona de Leonor Buenaventura de Valencia, ‘La Novia de Ibagué ‘, está ubicada en la carrera Tercera No 7-92, barrio La Pola.
El concepto gastronómico será cocina típica mexicana, habrá desde tacos hasta almuerzos ejecutivos e incluso lomo tampiqueño entre otras delicias manitas.
Tome nota
Cuenta Leonardo que la primera vez que entró vio la silueta donde reposaba el piano de Leonor Buenaventura, por ello, espera contactar a quienes puedan tener objetos de la compositora de ‘La Ibaguereña’, para tener una casa museo y honrar a ‘La Novia de Ibagué’.
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